Los candidatos a presidir el Gobierno de Navarra en las elecciones del próximo 28 de mayo con representación parlamentaria actual posan en el salón de plenos. EFE/Jesús Diges

Navarra, pendiente de los pactos tras un 28M que dejará un Parlamento foral atomizado

Pamplona (EFE).- Once listas disputarán el 28 de mayo en Navarra alguno de los 50 escaños que componen su Parlamento foral, caracterizado tradicionalmente por estar alejado del bipartidismo que define a otras comunidades. De su reparto de fuerzas especialmente en esta ocasión dependerá un Gobierno de Navarra que de nuevo apunta a la necesidad de pactos.

La ruptura de la coalición Navarra Suma, que en la actual legislatura amparaba con 20 escaños a UPN (15), Ciudadanos (3) y PP (2), abre la incertidumbre sobre el nuevo reparto de asientos en el Parlamento foral, donde una nueva coalición, Contigo-Zurekin (que agrupa a Podemos e I-E, actualmente con 2 y 1 representantes) irrumpe para pugnar junto a PSN (11), Geroa Bai (9) y EH Bildu (7) por los 50 representantes.

Con encuestas que en general coinciden en augurar la desaparición de Cs del hemiciclo, donde podría irrumpir Vox, los análisis pasan de nuevo en Navarra por unos resultados el 28 de mayo que seguirían otorgando la mayoría simple a UPN, aunque falta por ver el “castigo” del electorado a la batalla desatada entre los diferentes partidos de centro derecha por “fichar” a conocidos representantes de sus hasta entonces compañeros de bancada en NA+.

Sin embargo, las prospecciones repiten un reparto del hemiciclo que permitiría, como en las dos últimas legislaturas, acuerdos para conformar un gobierno de coalición, como el que dio la presidencia en 2015 a Uxue Barkos (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E firmaron el acuerdo programático) y en 2019 a María Chivite (por acuerdo de PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E).

Los candidatos de los partidos con representación actual posan en el hemiciclo del Parlamento al inicio de la campaña para las elecciones del 28M
Los candidatos a presidir el Gobierno de Navarra en las elecciones del próximo 28 de mayo con representación parlamentaria actual posan en el salón de plenos. De izda a dcha, Begoña Alfaro (Contigo Navarra), Uxue Barkos (Geroa Bai), Javier García (Partido Popular), Javier Esparza (UPN), María Chivite (PSN), Laura Aznal (EH Bildu) y Carlos Pérez Nievas (Ciudadanos). EFE/Jesús Diges

Las once candidaturas que se disputan en esa ocasión el voto de los navarros son las de UPN, PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Contigo-Zurekin, PP, Ciudadanos, Vox, Por un Mundo Más Justo, Eguzkilore, y Voluntad foral.

El bipartidismo tan común en otras Comunidades Autónomas de nuevo sigue en Navarra lejos de facilitar augurios ya no sobre resultados electorales sino sobre posibles pactos de Gobierno, en los que también las decisiones de las direcciones nacionales en el caso de los partidos estatales como PSOE y PP pueden influir, y mucho, en las estrategias que finalmente se adopten, que también en el pasado han arrastrado a los pactos municipales.

La derecha, atomizada

En todo caso, a la cita del 28M y, al contrario que lo que sucedió en 2019 con la novedosa fórmula de coalición bajo la marca “Navarra Suma”, la derecha llega atomizada, liderada como siempre en la Comunidad foral por UPN, de nuevo con Javier Esparza al frente; con un renovado PP tras la designación de Javier García como presidente; y con Ciudadanos en horas bajas con un Carlos Pérez Nievas que es quien más lamenta la descomposición de NA+.

Por el camino de esta ruptura han quedado agravios como el “trasvase” de los diputados elegidos por UPN Carlos García Adanero y Sergio Sayas ahora para defender los postulados del PP, que también ha “repescado” para su causa a otros conocidos excargos regionalistas.

Chivite, a repetir

En el PSN María Chivite repite candidatura respaldada por el ejercicio de una presidencia del Gobierno en una legislatura muy lastrada por la pandemia de la covid en su primera parte e impulsada después por las ayudas de Europa para la recuperación, aunque en el plano interno ha necesitado y conseguido, incluida la abstención pactada de EH Bildu, los apoyos necesarios para sacar adelante los cuatro presupuestos generales de la Comunidad.

Precisamente la necesidad de los votos abertzales ha sido de nuevo objeto de feroces críticas, especialmente de la bancada de los componentes de Navarra Suma, aunque en esta legislatura las directrices de Ferraz han permitido una estrategia que el PSOE rechazaba hace años y que provocó lo que todos recuerdan como el “agostazo” de 2017, la renuncia socialista a conformar con otras fuerzas un Gobierno alternativo al de UPN.

Barkos reivindica su Gobierno “del cambio tranquilo”

Uxue Barkos sigue al frente de la lista de Geroa Bai, tras gobernar en la anterior legislatura y apoyar el actual gobierno también desde dentro con varios consejeros, una comunión que en las últimas semanas ha enfriado con veladas críticas a la escasa “valentía” de Chivite, advertencias de su sumisión al PSOE y llamamientos a la necesidad de retomar el gobierno de “cambio tranquilo pero profundo” que ella misma dirigió.

Aznal, la cara de EH Bildu

Novedosa es la propuesta de EH Bildu con Laura Aznal al frente de su lista, aunque flanqueada por un valor seguro para la izquierda abertzale como es Adolfo Araiz, un tándem para defender la experiencia “espigadora” desde el que la formación ha conseguido con logros puntuales pero constantes materializar diferentes postulados propios en las dos anteriores legislaturas.

Contigo-Zurekin, aglutina y renueva candidata

Y también es nueva la apuesta de la izquierda en Contigo-Zurekin, plataforma en la que se integran las actuales propuestas de Podemos e Izquierda-Ezkerra (IU y Batzarre) y que además estrena candidata con Begoña Alfaro, una incógnita por ser la única cabeza de lista sin experiencia en el Parlamento foral pero que irrumpe “sin líneas rojas a la hora de pactar. Eso sí, con el arco progresista del Parlamento”.