Los hermanos Alberto e Iñigo Gastesi. EFE/Villar López

Iñigo Gastesi: “Los caminos que no has tomado también forman parte de tu vida”

Leticia de las Heras

Pamplona (EFE).- Los hermanos Alberto e Iñigo Gastesi comparten por primera vez trabajo en un largometraje como director y actor protagonista respectivamente en ‘La quietud en la tormenta’, un relato que llega este viernes a los cines navarros y aborda la importancia de las decisiones tomadas y las opciones descartadas, caminos que, según indica a EFE el actor, “también forman parte de tu vida”.

P: ¿Se podría decir que esta película enfrenta a lo que podría haber sido y lo que cada uno interpreta de esos caminos que no ha tomado?

Iñigo: Somos decisiones desde que nos despertamos, es ver cómo esos caminos que no has tomado también forman parte de tu vida. Nadie sabe lo que podría haber sido, es simplemente lo que construye cada uno en su cabeza.

P: ¿La ausencia de otros coproductores les ha dado mayor libertad?

Alberto: Es un arma de doble filo porque no ves los peligros. Además también ha tenido un tiempo de financiación super rápido que no ha seguido los procesos habituales de selección que hacen que haya muchas manos en el guion.

P: Entiendo que esto habrá hecho que el feedback del público haya sido aún más importante

Alberto: Cuando terminamos de montar la película y la vimos entera por primera vez nos fuimos a casa llorando porque no teníamos distancia, no sabíamos si era buena o era mala, ni siquiera teníamos claro si era una película porque lo veíamos como una amalgama de cosas conectadas. Necesitábamos soltarla, coger distancia y empezar a recibir la opinión de la gente.

Iñigo: A mí me ha sorprendido mucho que, pareciendo una propuesta que pudiese funcionar solo en círculos concretos, lo que estamos viendo es que también le está gustando a la gente que no ha visto por ejemplo una película en blanco y negro o que no están acostumbrados a ese ritmo más pausado, para mí es lo más bonito que estamos recibiendo.

P: ¿A qué responde el uso del blanco y negro y el formato 4:3?

Alberto: Son una idea original que siempre estuvo ahí, no es una decisión narrativa para contar algo mejor o transmitir una idea, tiene más que ver con hacer una película de la manera que nos gustaría hacer el cine.

P: ¿Pasa lo mismo con la ausencia de banda sonora y que la cámara sea tan estática?

Alberto: Realmente hay muchísimos movimientos de cámara, para todo lo que representa el presente llevábamos cada día vías de travelling y el pasado es todo cámara en mano y nunca está quieta. El tema de la música es otra de las cosas que estaba en el germen de la idea, hacer una película que hablase del amor a través de un reencuentro y los sonidos de lo salvaje como son el viento, las olas o la tormenta.

Los hermanos Gastesi en los cines Golem de Pamplona. EFE/Villar López

P: Iñigo, ¿cómo ha trabajado el personaje de Daniel, el primero en su carrera en el cine como protagonista?

Iñigo: Cuando es joven trabajé más aspectos personales e intenté buscar ese frescor con el que recuerdas la juventud, de una manera más anárquica, sin tener estructurado lo que he trabajado en días anteriores. Para la parte del presente, además del cambio físico porque tuve que engordar, fue algo mucho más racional, intenté que los procesos creativos pesasen más y ahondar en esas preguntas que todos nos hacemos alguna vez al llegar a la edad que tiene Daniel.

P: ¿Hasta que punto su propia experiencia ha influido en cómo ha reflejado la madurez de Daniel?

Iñigo: Daniel e Iñigo no son iguales, pero sí que puedo llegar a empatizar con los conflictos que pueda tener. Aunque interpretes un personaje muy distante siempre tienes que encontrar apoyos que vengan de ti, yo al menos así veo la interpretación y por eso es tan bonito, te permite jugar pero siempre desde una verdad personal.

P: En la película Daniel insiste en el tema de la felicidad, ¿creen que madurar conlleva tener una concepción de la felicidad más conformista?

Iñigo: Absolutamente, no te queda otra. Cambia el significado de lo que es la felicidad, cuando eres joven buscas mucho más la felicidad sensorial pero a medida que pasan los años entra en juego la aceptación.

Alberto: Yo creo que no debería ser así, es algo que debemos trabajar y, sin ser conformistas, estar en paz con quienes somos y no tener rencores con nosotros mismos ni con el prójimo. Tiene que ver con saber que la vida son renuncias, que es algo que quizás cuando eres joven no eres consciente.

P: ¿La ballena que aparece en la película es la que apareció varada en La Concha en 2012?

Iñigo: Sí, recuerdo que fuimos a verla juntos y fue un como en la película, con ese silencio.

Alberto: Estábamos nosotros y por otro lado Alejandra, que aunque todavía no salíamos ha terminado siendo mi mujer y directora artística de la película. No formaba parte del primer guion, se incorporó poco antes del rodaje porque vimos que podía tener muchas lecturas interesantes que relacionaban a los personajes, me gustaba mucho que esa casualidad pusiera en marcha la historia.