Una trabajadora de una cadena de montaje, en una imagen de archivo. EFE/Javier Cebollada

EL PIB de Navarra modera su crecimiento con un aumento del 1,7 % en el tercer trimestre

Pamplona (EFE).- El Producto Interior Bruto en Navarra modera su crecimiento con un aumento del 1,7 % en el tercer trimestre de 2023, respecto al mismo trimestre de 2022, tras el 2 % del trimestre anterior.

Se trata de una estimación avance realizada por Nastat, el Instituto de Estadística de Navarra, que apunta que esta moderación en el ritmo de crecimiento deriva del menor dinamismo observado en la industria y los servicios de mercado.

Por la vía de la demanda, los indicadores señalan que se mantiene el ritmo de crecimiento del gasto en consumo final si bien se percibe mayor debilidad en las exportaciones.

En términos intertrimestrales, la tasa de variación del PIB de Navarra se sitúa en 0,2 %, una décima menos que el trimestre anterior.

Esta desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía navarra, según ha comentado en conferencia de prensa el consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, “está en línea con la trayectoria descendente que se observa en el ámbito nacional y europeo”.

La industria, el sector que más se resiente

Arasti ha explicado algunas de las claves que ayudan a conocer el comportamiento de la economía navarra en el último trimestre. Por ejemplo, en lo relativo al consumo privado, que es el principal componente del PIB desde la óptica de demanda, Arasti ha apuntado a que “se mantendrán los signos de contención en los próximos trimestres por el impacto de la inflación y la subida de los tipos de interés”.

La inversión también parece frenarse, mientras que la demanda externa, y en concreto las exportaciones, ha dicho, “son las que más debilidad están mostrando, debido a la caída de las ventas del sector del automóvil y a la atonía de la demanda europea”.

En cuanto a los indicadores de oferta, la industria es el sector que más se resiente, mientras que la actividad constructora se mantiene estable, aunque la disminución del número de viviendas iniciadas y del consumo aparente de cemento advierten de una moderación de la actividad del sector en los próximos trimestres.

Y en cuanto a los servicios, la facturación del sector, en términos reales, se sitúa desde hace algunos meses por debajo de las cifras de 2022, a pesar de la mejoría apreciada en el periodo estival por el impulso del sector turístico.

Las afiliaciones

En lo que respecta al mercado laboral, el consejero ha valorado las estadísticas de empleo, con resultados positivos, y especialmente las afiliaciones a la Seguridad Social, que sumaban en septiembre casi 6.000 trabajadores más que hace un año. Un aumento de la ocupación que también refleja la Encuesta de Población Activa, que estima 6.400 ocupados más que en el tercer trimestre de 2022.

En cuanto al desempleo, la evolución no es tan clara ya que se produce una diferencia de diagnósticos entre las cifras de paro registrado, que siguen a la baja y las de la EPA, que revelan un aumento interanual.

Respecto a la evolución de los precios, la inflación volvió a repuntar en verano y, aunque la subyacente se ha moderado, permanece todavía en valores elevados, con una tasa anual de 5,7 % en septiembre.

Por componentes, los alimentos y los servicios son los elementos que más han contribuido a la inflación en lo que va de año. Pero en septiembre se suma además el componente energético, que vuelve a sumar unas décimas.

Previsiones de futuro

Arasti ha repasado algunas de las previsiones que maneja el Ejecutivo foral de cara a los próximos meses y a la confección de los próximos Presupuestos Generales de Navarra.

En ese sentido, ha recordado que, “a pesar del debilitamiento que está dibujando la actividad, esperamos cerrar este ejercicio por encima del 1,4 % que estimábamos en el cuadro macroeconómico de septiembre del año pasado”. En concreto, se espera finalizar 2023 con un crecimiento medio anual del PIB en torno al 1,7 %.

Y de cara al año 2024, el consejero ha avanzado que “proyectamos un perfil trimestral de crecimiento prácticamente plano durante la primera mitad del año, que irá ganando tono de manera progresiva en el segundo semestre del ejercicio, y que sitúa el crecimiento anual del PIB en un 1,3 %”.

Unas perspectivas que van en línea con la moderación que se proyecta también para la economía española, y coherente con las bajas perspectivas de crecimiento de la economía europea, ha concluido