Pamplona (EFE).- Navarra es, por cuarto año consecutivo, la Comunidad con menor riesgo de pobreza y exclusión social gracias al denominado “escudo social”, una serie de medidas entre las que están la renta garantizada, los ERTE y el ingreso mínimo vital.
Es la principal conclusión del séptimo Informe Anual sobre la pobreza y la desigualdad social en Navarra, realizado por la recién creada Oficina de Análisis y Prospección, y que para el Gobierno foral sirve para determinar “dos focos importantes”, uno relativo a la pobreza femenina y otro sobre la desigualdad territorial, con la mirada en el sur de Navarra.
Lo ha dicho el vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad, Félix Taberna, quien en rueda de prensa ha presentado el informe junto a la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, y al director gerente de la Oficina de Análisis y Prospección, Txerra García de Eulate.
El escudo social
Así, Maeztu ha puesto en valor la “alta influencia” que el informe atribuye a estas medidas del “escudo social” como herramientas de contención y cohesión social que, en el caso de los ERTE, han incluido todos los estratos de la sociedad, si bien han sido las personas más pobres las principales beneficiadas.
En concreto, para las personas con menor renta, casi la tercera parte de sus ingresos (el 29,2 %) provino en 2021 de los ERTE y de la renta garantizada y el ingreso mínimo vital. Así, se considera que el llamado “escudo social” es una clave de bóveda para limitar la incidencia de la pandemia en cuanto a cohesión social y, de esta manera, evitar el aumento en demasía de la desigualdad en Navarra.
Taberna ha destacado la “utilidad social” de la nueva oficina con este trabajo, en el que los datos advierten que la red de protección social en Navarra “evita un agravamiento de las tasas de pobreza hacia las personas más vulnerables, siendo Navarra, en términos de igualdad social, una de las Comunidades con menor desigualdad”.

El sur de Navarra
“No obstante, tenemos un debe con el sur de Navarra, donde se arrojan unas cifras de pobreza superiores a las del centro de Navarra”, por lo que uno de los objetivos del Gobierno es disminuir esa tasa de desigualdad en el sur, así como incidir en la pobreza femenina, “un fenómeno que tiene muchos factores”.
Por su parte, la consejera Maeztu ha resaltado “la firme determinación de este Gobierno por poner en marcha políticas públicas, cohesionadas, de protección social, pero también transformadoras, que estén al servicio de la ciudadanía, pero de manera más intensa de quienes tienen más dificultades”.
El informe muestra que la situación en Navarra en relación con la desigualdad y la pobreza es mejor que en otras comunidades autónomas y que España en su conjunto. La Comunidad Foral, según la tasa AROPE, destaca por una menor pobreza y riesgo de exclusión en términos comparados con otras comunidades u otros países europeos.
Menor desigualdad que en el conjunto del Estado
El informe mide la desigualdad con tres indicadores, que revelan que la distribución de la renta en Navarra es más igualitaria que en el Estado y que Navarra sigue por debajo de la media nacional a pesar de que los últimos datos reflejan un crecimiento de la desigualdad.
También se constata que las medidas puestas en marcha por las Administraciones han funcionado para que la crisis no tenga efectos tan devastadores como los que provocó la de 2008. En el caso de los ERTE, han afectado incluso a todos los estratos de la sociedad si bien han sido las personas más pobres las principales beneficiadas, aunque en 2021 se ha visto mitigado su efecto debido a la reactivación de la economía.
Más llamativo es el caso de la renta garantizada y el ingreso mínimo vital, aumentando incluso el impacto de estos recursos en el estrato económico más bajo de Navarra.
La renta en 2021, más alta que en 2020
El estudio corrobora que la renta en 2021 fue más alta que en 2020, donde se había reducido ligeramente por efecto de la pandemia. En cuanto al crecimiento de los umbrales de cada decila, en el año 2021 todos los grupos vieron aumentados sus ingresos respecto a 2020.
El informe introduce la estimación de los ingresos de la población en la hipotética situación en la que no hubiera ningún tipo de aportación pública o en la que solo existieran las pensiones. En ambos casos las caídas más drásticas se observan en el 20 % de la población más empobrecida, aunque también afectaría en gran medida a la clase media.
Radiografía del colectivo
La pobreza severa disminuyó hasta el 11,7 % en el año 2021 según la Estadística de Renta de la Población de Navarra, tras el pequeño repunte en el año 2020 (12,1 %). Esta tasa es inferior a la que había en 2019, en el año previo al inicio de la pandemia.
Según este estudio, los grupos que más sufren la pobreza severa son las personas menores de 16 años y las mujeres. En cuanto a la distribución territorial de la pobreza severa, Tudela y Estella son las zonas con tasas más elevadas (15,6 % y 15,3 %, respectivamente).
Una de las conclusiones del estudio es el impacto que supone el factor de la nacionalidad en cuanto a la pobreza, ya que el 14,4 % de las personas con nacionalidad española estaba en riesgo de pobreza en 2021 y solo un 6,8 % en pobreza severa. En el caso de personas con nacionalidad extranjera nacidas fuera de España, estas tasas se cuadriplican y sextuplican, respectivamente (59,4 % y 38,8 %).