Pamplona (EFE).- Osasuna firmó la tercera victoria liguera consecutiva en El Sadar, con la que alcanzaron los 25 puntos gracias al espectacular gol de Jesús Areso en el minuto 80 que desconcertó a todos los presentes que vivieron in situ el choque ante el Getafe.
El equipo navarro llegaba algo tocado a la 21ª jornada de Liga después de la eliminación copera a manos de la Real Sociedad y el adiós en la Supercopa de España ante el Barcelona, ambas en una semana para olvidar.
Por todo ello, el partido contra el conjunto azulón se vio desde Pamplona como una cita importante para no acrecentar las dudas y así estirar la buena dinámica que lleva el equipo en el campeonato doméstico, donde tan solo acumula una derrota en los seis últimos partidos.
Areso comenzó el partido en el banquillo
Como era de esperar, Jagoba Arrasate realizó cambios en el once. Uno de los habituales comenzó desde el banquillo. Tras realizar un titánico esfuerzo el jueves, Areso se vio relegado al banquillo en el carrusel de cambios sin saber que el destino le tenía guardado un momento para la historia rojilla de la forma más inesperada.
El choque se puso muy de cara con los goles de Raúl García de Haro e Iker Muñoz. Los de Bordalás, que tampoco nunca se rinden, empataron la contienda tras el descanso por mediación de Mayoral y Maksimovic. Minutos más tarde pudieron hacer el 2-3, pero Herrera sacó a relucir su brillante intuición. La falta de tensión ponía a Osasuna de nuevo contra las cuerdas.
Fue entonces cuando el técnico local movió nuevamente el banquillo con dos cambios ofensivos. Arnaiz y Areso entraban al terreno de juego en el minuto 73 con la misión de ir a por el tercero. Ocho minutos más tarde llegó, quien sabe, el gol de la temporada.
Un disparo seco y potente
Corría el 79 cuando el de Cascante recibió el balón en tres cuartos de cancha por el costado diestro. El lateral comenzó una de sus características jugadas, tratando de desbordar a su marca, Jordi Martín. El atacante madrileño le cerró bien hasta obligar al navarro a acabar en el banderín de córner.
El golpeo, seco y potente, pegó en el segundo palo de la portería de David Soria sin que este ya nada pudiese hacer. El balón tomó dirección hasta acabar en el interior de la red. El Sadar estalló con algo de retraso al no creerse del todo lo que había pasado.
David García tardó en reaccionar, mientras Ante Budimir se llevó las manos a la cabeza. Toda la plantilla salió lanzada a abrazar al número ‘12’ con la megafonía retumbado por los recovecos del estadio pamplonés.
Su primer gol como profesional
Era el primer gol de Areso como profesional. Osasuna sumó tres valiosos puntos antes de dos complicadas salidas ante el Sevilla y el Barcelona en las que el protagonista de la tarde seguramente vuelve a la titularidad.
Areso salió a rueda de prensa con una sonrisa de oreja a oreja: “Si me preguntan cómo quieres que sea tu debut goleador te diría esta situación. Tras un 2-2, que sirve para ganar el partido, sumar tres puntos y para marcar un auténtico golazo”.
“Desde mi perspectiva se ve muy bien porque veo el palo largo y que el balón puede entrar. Tenía la sensación de que iba a entrar, casualidad”, añadió Areso por un gol que recuerda al de Jon Andoni Goikoetxea ante Alemania en el Mundial de Estados Unidos de 1994 o al de Roberto Carlos en Tenerife en 1998.
Algunas voces ya reclaman su tanto para el Premio Puskás de la FIFA, que se concede al autor del mejor gol anotado durante la temporada de fútbol profesional, creado en honor de Ferenc Puskás, capitán y estrella de la selección de fútbol de Hungría.
