Pamplona (EFE).- Osasuna ya atisba el regreso a la competición tras dos semanas de parón que terminarán este lunes con la visita al Sadar de un rival directo como el Valencia, con la lucha por Europa como gran premio.
La diferencia de 5 puntos con el conjunto ché hace que la relevancia de una victoria sea alta. Ganar significaría meter el miedo a equipos como Betis, Villarreal o el propio Valencia, que lucharán de aquí al final con Osasuna por la séptima plaza, que da acceso a la próxima edición de la Liga Conferencia.
Un calendario complicado
A pesar del complicado calendario que resta de aquí al final de temporada, Jagoba Arrasate es consciente de las posibilidades, por lo que todo el grupo se tomará muy en serio lo que queda de campaña. Christian Mutilva, jugador del Promesas, ha completado toda la sesión con la primera plantilla.
El equipo se ha entrenado a través de ejercicios de activación, técnica, posesiones y fútbol. Mañana, como es habitual, tendrá lugar el partido de fútbol a campo parcial. Será entonces cuando se pueda considerar alguna variable o sorpresa de cara al once inicial que el míster rojillo ponga el lunes.
Osasuna disfruta de buena salud ya que, salvo Unai García y Kike Barja, el resto son aptos para la cita. David García regresará al once tras lesión para comandar a una zaga que ha visto cómo Jorge Herrando se ha hecho con un puesto, siendo uno de los estandartes que sostiene el entramado defensivo.
Restan tres días de trabajo para poner a punto la maquinaria de un equipo que, pese a no estar acaparando los focos del año anterior, sigue realizando un buen camino que buscará finalizar con la mejor posición posible en el campeonato doméstico.
