Pamplona (EFE).- La nueva pasarela de la zona de Aranzadi, con la que culmina la urbanización de Txantrea Sur, tendrá definidos los carriles para peatones y bicicletas, y estéticamente se caracterizará por un vistoso mástil con tirantes que evitará entrar con columnas en el cauce del río para sostener el puente.
Será una pasarela peatonal y ciclable, de casi 100 metros de longitud y 7 de ancho, unirá el parque de Txantrea Sur, a la altura de la nueva rotonda junto al centro educativo Irubide, con la calle Vergel a la altura del azud del molino de Ciganda, junto al centro El Molino. Será una estructura que “dialogue“ con su entorno, árboles, río y murallas, y que separará trayectos peatonales y ciclables.
Lo ha avanzado el concejal delegado del área de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea, en rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona en la que se ha seleccionado al equipo que redactará el proyecto.
Una inversión de 1,265 millones de euros
Con la construcción de la pasarela, obras que podrían comenzar en 2025, arranca «el final de todo el proceso de urbanización de esa zona «, ha valorado el edil, quien ha explicado que la propuesta supondrá una inversión de alrededor de 1,265 millones de euros, de los que 540.000 procederán de las cuotas de urbanización y el resto lo asumirán las arcas municipales.
La propuesta finalmente elegida está firmada por la ingeniería Opera y el estudio I.M Arquitectos urbanistas que tendrán un plazo de 18 semanas para plasmar su idea, de forma que se pueda licitar la construcción, cuyas obras comenzarían el año que viene.
Del proyecto elegido, Abaurrea ha destacado tres características básicas, la primera, la de que la opción «resulta bastante respetuosa respecto al río, al cauce y a sus orillas», ya que no se sostiene sobre columnas dentro del río.
Uno de los corredores más importantes de la ciudad
También «hace una segregación clara de cuál es el carril bici y cuál el peatonal», ha dicho para incidir en la importancia de su situación geográfica, porque «permite crear uno de los corredores más importantes de la ciudad, peatonal pero también ciclista, con escala comarcal».
La construcción de esta pasarela incide además en el puente del Vergel, ya que se transformará y reducirá sus carriles para turismos al transformar parte de su actual espacio en carriles bici y peatonal para dar continuidad a la pasarela de Aranzadi y el recorrido que crea.
Por ello, la de Aranzadi es «una pasarela que une dos orillas pero que también da una oportunidad» a la continuidad urbanística de la ciudad, al unir Txantrea y Rochapea.
