Pamplona (EFE).- La ciudad de Pamplona disfruta este sábado de la fiesta de su patrón, San Saturnino, una cita que celebra en familia en comparación con el evento multitudinario que acompaña a San Fermín en el mes de julio pero al que no le falta la tradición de su procesión, los bailes de los dantzaris, el desfile de los Gigantes y Cabezudos y el cariño de la ciudadanía.
De hecho, desde buena hora numerosas personas se han acercado al Casco Viejo de la ciudad, donde se ubica la Iglesia de San Saturnino, hasta donde a las 10:00 horas ha acudido la Corporación municipal en cuerpo de ciudad. Poco después salía la procesión en honor al patrón, con cuya figura se ha recorrido la calle San Saturnino, la calle Mayor, el paseo del Doctor Arazuri, la calle Nueva y de nuevo San Saturnino.

Ha sido en una mañana fría, en la que el sol se ha ido abriendo huecos a medida que avanzaban las horas. El alcalde de la ciudad, Joseba Asiron, ha delegado a última hora por motivos familiares la presidencia de los actos en el segundo teniente de Alcaldía, Joxe Abaurrea.
La última salida de la Comparsa en 2025
La comitiva iba abierta por la siempre esperada Comparsa de Gigantes y Cabezudos, con numerosas familias alrededor. Era la última ocasión del año en pisar la calle. Las carreras de kilikis y niños abrían paso al grupo de dantzas Duguna, al que seguía la figura de San Saturnino portada en andas y escoltada detrás por el arzobispo con los sacerdotes de la parroquia de San Cernin.
La corporación municipal con la guardia en traje de gala y la Banda La Pamplonesa han cerrado la marcha, a cuyo paso esperaban cientos de personas.

De nuevo en la iglesia, a las 11 horas ha tenido lugar la eucaristía en honor a San Saturnino oficiada por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló. La parte musical ha corrido a cargo de la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, el Orfeón Pamplonés y la Orquesta Sinfónica de Navarra.
San Saturnino, referente de tolerancia
Precisamente a la unión de «lo religioso y lo folclórico, la cultura y la religión, la fe y la política» que conlleva este acto se ha referido Roselló en su homilía, en la que en todo caso ha valorado la expresión externa de la fe que conlleva honrar a San Saturnino, quien fue «un modelo de respeto y de tolerancia».

Pasado el mediodía, una vez finalizada la misa, la agenda contempla el regreso a la cercana Plaza Consistorial, donde la comparsa de Gigantes y Cabezudos y Duguna Folklore Taldea bailarán en honor a la ciudad.