Pamplona (EFE).- Arquitectos españoles participantes en el I Simposio del Building & Architecture Institute (BAI) han destacado en Pamplona el potencial de las nuevas tecnologías aplicadas al sector, como la inteligencia artificial, pero siempre supeditadas al proyecto arquitectónico y su capacidad de transformación social.
El profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (Universidad Politécnica de Cataluña), Lluis Ortega, ha comentado a EFE que tiene «una visión muy optimista» de la arquitectura.
Aunque siempre hay que realizar «una constante reflexión» sobre la arquitectura y hacer autocrítica, «en el fondo a mí me parece que lo más interesante es identificar las oportunidades de ahora, del presente y del futuro inmediato», ha subrayado.

El arquitecto catalán ha afirmado que en este momento se abre «un terreno nuevo de investigación y de exploración, de experimentación, donde la arquitectura es capaz de interactuar con otros tipos de conocimiento y una cantidad de datos que hasta ahora era difícil de abordar con las metodologías tradicionales».
Y estas nuevas tecnologías son a su juicio «una gran oportunidad para justamente lidiar con emergencias de la sociedad actual, que a lo mejor teníamos ciertas limitaciones para abordarlas, desde situaciones medioambientales hasta condiciones de reto de la vivienda, etcétera».
Trabajo simbiótico entre humanos y máquinas
Acerca de la inteligencia artificial aplicada a la arquitectura, ha destacado que «es un entorno de trabajo simbiótico entre los humanos y los no humanos, las máquinas, que nos ayuda a reflexionar de otra manera más sistémica, de una manera más transversal y quizás también intentando abordar las situaciones de una manera un poquito más transdisciplinar, porque permite mezclar datos de diferente índole».
Ortega ha asegurado que es difícil generalizar sobre los retos a los que se enfrentan estos profesionales, porque «la arquitectura es cada vez más diversa, y el mundo es muy diverso».
En el caso de España, ha agregado, «la vivienda evidentemente es uno de los factores que implican más preguntas, no solo a nivel de arquitectura, también a nivel social, económico, cultural. Y entonces ahí hay un campo de trabajo importante».
Los desafíos de la arquitectura actual
Y el reto, ha precisado, no es solamente cómo se construyen más viviendas, sino también qué tipo de vivienda, para dar respuesta a «los nuevos modelos familiares, sociales, culturales, etcétera».
Otro desafío, ha declarado, es el de la crisis climática, no solo para mitigar los efectos de ciertas actividades, sino también para «introducir una comprensión del mundo un poquito más compleja, donde entendamos la ecología como un una relación entre sistemas, y uno de ellos es el sistema del entorno construido donde vivimos».
En ese sentido, ha explicado que, cuando los arquitectos hablan de ciudad, se refieren al «espacio público» en muchos casos, y ese es «uno de los grandes temas de trabajo que abordamos los arquitectos, sobre todo en Europa, donde hay una gran tradición sobre el espacio público». De esta forma, ha dicho, los arquitectos europeos son «una especie de motor de reflexión internacional» sobre esta cuestión.
Primero el proyecto, después la tecnología
El profesor extraordinario de la Universidad de Navarra y director académico del Programa BAI, Francisco Mangado, ha indicado que esta entidad «es una institución que lo que pretende es incorporar, pensar, analizar cómo las nuevas tecnologías son capaces de aportar un modelo operativo para la arquitectura, pero siempre sin olvidar la arquitectura».
«Vamos a enseñar a los arquitectos no solo a manejar tecnología, sino lo más importante, por qué y cómo se maneja esa tecnología en función de qué objetivos», ha resaltado.
El arquitecto navarro ha incidido especialmente en que «los objetivos son lo primero; lo primero sigue siendo hacer la mejor arquitectura, conscientes de que, si estas cuestiones no las abordamos, alguien utilizará esa tecnología para crear cosas masivas, vulgares, que no tengan interés».
«Lo primero es el proyecto y después son los medios, la tecnología, y no al revés», ha recalcado Mangado, quien ha aseverado que el conocimiento de la historia de la arquitectura también es muy importante, porque, «a fin de cuentas, es el remanente, la biblioteca del pensamiento».