La Cocina Económica abre su centro para la inserción de personas sin hogar

Santander (EFE).- La Cocina Económica ha inaugurado este jueves el centro de acogida San Vicente de Paúl en sus instalaciones de la calle Tantín de Santander. Además de ofrecer un lugar donde vivir a personas sin hogar, busca que, en poco tiempo, puedan acceder a un empleo digno e insertarse en la sociedad.

En el acto inaugural, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha subrayado ese objetivo de proporcionar herramientas para que las personas que accedan al centro puedan salir de la exclusión social, ofreciéndoles una atención integral “con la calidad profesional y la calidad humana que distingue a la Cocina Económica”.

A la inauguración del centro, que cuenta con 14 plazas, han asistido la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego y la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, entre otras autoridades.

El compromiso de todos

El centro ha abierto sus puertas tras la reforma de las antiguas instalaciones. Las obras que han durado alrededor de un año y medio y han costado 670.000 euros,. El Gobierno regional ha aportado el 65 por ciento con fondos del 0,7 % del IRPF para programas sociales y de cooperación.

“Es decir, nace del compromiso social de los cántabros que al marcar la X han decidido destinar una parte a construir una sociedad más justa, más solidaria y mejor”, ha señalado la presidenta.

El resto ha sido aportado por la Fundación la Caixa y la propia Cocina Económica.

El centro lleva el nombre del fundador de las Hijas de la Caridad recogiendo así el espíritu de San Vicente de Paúl, que en el siglo XVII rechazó el proyecto de Luis XVI de encerrar a los mendigos de París “para limpiar las calles como si ser pobre fuera un delito”. Y les ofreció un lugar donde vivir y aprender a un oficio, respeto y cuidados, como ha recordado sor Pilar.

Primero las personas

El director técnico de la Cocina Económica, Jesús Castanedo Torre, ha explicado que el centro está diseñado para dar todas las facilidades a quienes quieran iniciar un proceso de inserción social. Pero con una “alta exigencia” porque lo primero que se les pide es compromiso.

Ya han sido seleccionadas las primeras 14 personas que ocuparán estas instalaciones, hombres y mujeres entre los 20 y los 35 años. “Pero todo el mundo que quiera iniciar un proceso de este estilo va a tener cabida aquí”, ha apuntado.

La meta es que “en muy poco tiempo estén en condiciones de incorporación social” mediante el estudio y el desarrollo de competencias sociales y de habilidades domesticas.

“Nosotros no estamos para dar de comer, estamos para erradicar el hambre. Entonces hay que alimentar también las capacidades, las competencias, las ilusiones de la gente que se acerca a nosotros”, ha añadido.

En un solo día (ayer, miércoles), la Cocina Económica atendió a 31 personas que habían dormido en la calle. “En Santander estamos viviendo una situación que no se había visto en mucho tiempo”, ha lamentado.

“A nadie le gusta estar en la calle y a veces los servicios que se ofrecen, la gente los considera peor que estar en la calle. Hacer un esfuerzo por centrarnos en las persona y dar respuesta a las necesidades que plantean es un reto que tenemos por bandera”, ha subrayado.

La vivienda es el gran problema

A juicio de Jesús Castanedo, más que en el empleo, el “gran problema de la exclusión social” está ahora en la vivienda, que ha alcanzado unos “precios desorbitados”. Y hay muchas personas viviendo en habitaciones que “mejoran las condiciones de la calle pero poco más”.

El centro está diseñado para que cada persona tenga su espacio de individualidad y sus espacios comunes. Además puede ser una residencia para 14 personas o dividirse en dos unidades convivenciales de siete.

La Cocina Económica cuenta también con 23 viviendas para personas sin hogar,. Pero necesita más para poder desarrollar un nuevo proyecto de pisos en alquiler en el que actúa como intermediaria entre los inquilinos y los propietarios. Por ahora solo ha conseguido tres.

Una estrategia para Cantabria

Como ha recordado la presidenta, el Gobierno de Cantabria ha creado un grupo de trabajo para definir una estrategia contra la exclusión de las personas sin hogar.

El objetivo es articular un sistema de atención a estas personas y emprender acciones para reducir o erradicar, en lo medida de lo posible el sinhogarismo en Cantabria.

Para financiar esas medidas, la región dispone de una partida de 2,2 millones de euros en 2024 y 2025 procedente de los fondos europeos. EFE