El tanatorio Albia de Vitoria donde ocurrieron los hechos. EFE/L.Rico

Incineran a su madre antes de tiempo en Vitoria

Vitoria (EFE).- Una familia ha denunciado que un tanatorio de Vitoria incineró a su madre antes de tiempo y por lo tanto no pudieron despedirse de ella ni tienen la certeza de que realmente sean de ella las cenizas que les entregaron.

Óscar Crespo, uno de los dos hijos de la mujer de 76 años fallecida, cree que alguna institución debería intervenir de oficio para evitar que un caso como el suyo se vuelva a producir. Pero sobre todo tiene una inquietud: “¿Quién me asegura que esta es mi madre?”, se pregunta.


La cremación de esta mujer, residente en el pequeño concejo alavés de Egino de unos 50 habitantes, se produjo el pasado viernes día 11 a las 00.15 horas, cuando la familia había acordado con el tanatorio Albia de Vitoria que el cuerpo fuese incinerado el viernes a las 12.30 del mediodía.


La mujer falleció el miércoles día 9 por una obstrucción intestinal derivada de un cáncer de ovarios. Ese día los operarios de la funeraria recogieron el cuerpo en Egino y lo trasladaron a las dependencias del tanatorio Albia de Vitoria.


“Mi madre era muy sencilla, no quería un velatorio. Después de morir mi padre nos dijo que no quería vernos todo un día llorando” en el tanatorio, ha relatado a Efe Óscar Crespo. Por eso contrataron simplemente una cremación con una despedida previa corta, de un cuarto de hora, a la que iban a acudir una veintena de familiares.

Un error en las horas


Sin embargo, en la noche del jueves al viernes, concretamente a las 00.15 de la madrugada del viernes, Óscar recibió la llamada del tanatorio y le dijeron que estaban incinerando a su madre.


“¡Pero qué me estáis diciendo!. Me quedé en shock. Colgué y le dije a mi hermano: Me acaban de llamar porque están incinerando a la ama”, recuerda con dolor.

Vista del tanatorio Albia de Vitoria. EFE/L.Rico


Poco después le volvieron a llamar del tanatorio para ofrecerles una despedida gratuita al día siguiente, pero ante esta situación Óscar decidió acudir a Vitoria, a unos 40 kilómetros, para afrontar el asunto.


Los responsables le recibieron con una actitud “para nada empática” y su única intención era que aceptara el ofrecimiento para cerrar el asunto. Él sin embargo les pidió por escrito lo ocurrido porque no daba crédito a lo que acababa de pasar y consiguió un documento en el que el tanatorio reconoce el “garrafal error”.


“No me entraba en la cabeza. ¿Cómo te puedes equivocar de doce y media del mediodía a doce y media de la noche? ¿Y además por qué empiezan antes si en el papel tienes 00.30? ?Y en mitad de la incineración, a las 00.15, te das cuenta de que te has equivocado?”, se pregunta.

“¿Cómo sé que es mi madre?”


Lo que más le inquieta sin embargo desde entonces y le impide dormir es que duda de que realmente hayan incinerado a su madre.


No quita de la cabeza los casos ocurridos en España de incineraciones que realmente no se han producido y se pasa las noches “dándole vueltas”: “¿Quién me asegura que esta es mi madre?”.


Por eso una abogada lleva ya su caso y, una vez que este domingo día 20 celebren una ceremonia religiosa de despedida en Egino, él y su hermano decidirán con ella cómo actuar.


El supuesto “error” les ha impedido despedir a su madre como querían y el tanatorio les ha ofrecido no abonar los gastos de la incineración, pero a Óscar no le importa el dinero.

Pide que intenvengan las instituciones

Incluso se plantea si el Ayuntamiento de Vitoria o el Gobierno Vasco deberían actuar de oficio como se hace cuando hay un accidente laboral.


Un responsable del grupo Albia en Madrid ya ha comunicado a la abogada de la familia que tienen prevista una indemnización de entre 3.500 y 4.000 euros para “cuando pasan estas cosas”, con lo que los hermanos Crespo no tendrían que pagar nada.


Pero la letrada no da crédito: ¿”Cómo que estas cosas…? ¿Acaso son habituales?”, y hasta se pregunta si no fue un error y lo hicieron de noche para ahorrar en su factura eléctrica.


Por ello tiene previsto hablar con los dos hijos de la fallecida y pedir una indemnización para cada uno. Si no logra un acuerdo reclamará judicialmente si ellos así lo acuerdan. EFE