San Sebastián (EFE).- La destitución de dos responsables de la OSI Donostialdea de Osakidetza a finales de la semana pasada dio inicio a una crisis que se agudiza con el paso de las horas sin que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, haya aclarado las causas.
Hasta este primer pronunciamiento público de Sagardui, las críticas sobre la gestión de la OSI Donostialdea han arreciado. Ha habido incluso peticiones de destitución de la consejera como la del PP, Carlos Iturgaiz.
EH Bildu y Elkarrekin Podemos han reclamado explicaciones y los sindicatos ELA y LAB han hablado de una situación que viene de lejos y que afecta al conjunto de la plantilla de Osakidetza, no sólo a los jefes de servicio. Estos se han mostrado muy beligerantes tras las destituciones y dimisiones que han descabezado el organigrama de la organización sanitaria más importante de Gipuzkoa.

Sagardui ha explicado que los relevos de la gerente de la OSI Donostialdea, Itziar Pérez, y de la directora médica del Hospital Universitario Donostia, Idoia Gurrutxaga, responden a “diferencias de visión” sobre un “proyecto común” como Osakidetza. Ha agregado que se han decidido tras una “concatenación de hechos” que ha rehusado precisar y que aconsejaban “un cambio de personas”.
Nuevo director gerente
Ha explicado que este lunes han tomado posesión, en funciones, el nuevo director gerente de la OSI Donostialdea, Agustín Aguirre, y la nueva directora médica, Ana Bustinduy. El primero, director gerente de la OSI Bidasoa, ha mantenido ya una primera reunión con el equipo directivo y con la Dirección General de Osakidetza.
También “se han definido ya” y se incorporarán “en las próximas semanas” las personas que ocuparán la Dirección Económica y la de Recursos Humanos, que son dos direcciones que quedaron vacantes con anterioridad a las destituciones.
Ante la petición de su dimisión por parte de algunos grupos de la oposición, la consejera ha insistido en explicar los motivos que han llevado a decidir los ceses y ha respondido que se someterá a “las cuestiones que los grupos quieran presentar en sede parlamentaria”.
Enfado de los jefes de servicio
De momento, una treintena de jefes de servicio de la OSI Donostialdea han exigido a Salud “el cese inmediato” de la dirección de Osakidetza. Han acusado a este departamento de practicar una “política suicida” y lo han hecho en un escrito público para el que se esperan más adhesiones.

A través de las redes sociales habían culpado a la Dirección de Osakidetza de “practicar una política destructiva”. Este lunes por la tarde han remarcado que “el malestar y la incertidumbre siguen presentes”, pero que están abiertos al diálogo, de lo que ofrecerán más detalles el próximo miércoles en rueda de prensa.
Crisis sin precedentes
Tanto EH Bildu como Elkarrekin Podemos han pedido explicaciones para esta “crisis sin precedentes”, como la ha definido la portavoz parlamentaria de la segunda formación, Miren Gorrotxategi.
“No es admisible que, cuando los profesionales que trabajan sobre el terreno señalan los errores y las deficiencias en la gestión con actitud propositiva para corregir y mejorar el servicio, la dirección de Osakidetza proceda a su despido”, ha destacado.
Por su parte, la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera ha enmarcado las dimisiones y ceses en la OSI Donostialdea en “criterios políticos” y ha anunciado que iba a esperar a escuchar las explicaciones de Sagardui para pedir dimisiones en el Departamento o en el Servicio Vasco de Salud.
“Los ceses y dimisiones no son normales. Detrás hay una gestión mala y errónea”, ha criticado.
El presidente del PP vasco ha considerado “gravísimo” que los profesionales de Osakidetza “hablen del sectarismo y las formas dictatoriales de la dirección de Osakidetza”. Ha sostenido que el lehendakari “no puede estar escondido y hacer ‘mutis por el foro’ ni un segundo más”.
“Tiene que coger el toro por los cuernos porque tiene una gran responsabilidad que debe asumir y cesar a Sagardui”, ha sentenciado.
Sindicatos denuncian las imposiciones
ELA ha asegurado que esta crisis “es un ejemplo más del deterioro que sufre Osakidetza, que el Departamento de Salud se niega a abordar, ignorando a sindicatos, profesionales y ciudadanía”.
LAB ha asegurado que el hastío es “generalizado” en la plantilla del Servicio Vasco de Salud. “La putrefacción del modelo de gobernanza es tan insoportable y el ataque a la sanidad pública tan grave que los ceses son necesarios, y los tiene que firmar Urkullu”, ha enfatizado.
CCOO, por su parte, ha denunciado que este conflicto es la “consecuencia lógica del talante impositivo de Osakidetza”. Ha subrayado que su Dirección, “encastillada en sus despachos, ha optado por medidas que suponen la degradación del propio sistema público de salud”. EFE