Bilbao (EFE).- Un total de 42 familias han presentado una denuncia conjunta contra una enfermera del ambulatorio de Kabieces en Santurtzi (Bizkaia) que supuestamente simuló vacunar a sus hijos.
Según han informado a EFE el abogado Aitzol Asla, que representa a esas familias, el objetivo de esa denuncia es lograr que la sanitaria deje de trabajar y evitar que pueda repetir su proceder.
La denuncia, a la que podrían sumarse otras familias, se ha interpuesto ante los juzgados de Instrucción de Barakaldo por los presuntos delitos de falsificación de documentos y malversación de fondos.
Los denunciantes creen que la enfermera falsificó documentos porque rellenaba el calendario de vacunas de los niños con la dosis correspondiente cuando no se la había inoculado, y que malversó fondos ya que tiraba las vacunas no usadas.
Jeringuilla a la basura
La enfermera “utiliza incorrectamente el material suministrado por Osakidetza -y abonado con fondos públicos- ya que no lo destina para el uso para el que fue comprado sino que, en vez de inocular la dosis a los niños, echa a la basura la jeringuilla con la respectiva dosis en el interior”, dice la denuncia.
Las familias dicen desconocer con exactitud cómo hizo la enfermera para dejar constancia de la inoculación en el sistema de Osakidetza, aunque intuyen que, una vez simulada la vacunación, la registraba en el ordenador como sí administrada.

El abogado ha adelantado que, en función de lo que se vaya conociendo con la investigación, podría ampliarse la denuncia.
El caso comenzó el pasado mes de octubre, cuando padres y madres de menores atendidos por la citada enfermera comunicaron a Osakidetza su sospecha de comportamientos extraños en esa sanitaria.
Según dijeron, la enfermera solía hacer “comentarios antivacunas” y actuaba “con rapidez” y “de forma precipitada” con la jeringa, cuando debía administrarles las dosis del calendario infantil obligatorio de vacunas.
Pruebas a los niños
El servicio de pediatría de la organización sanitaria de Osakidetza en Ezkerraldea Enkarterri Cruces inició un proceso de investigación para esclarecer los hechos y realizó pruebas serológicas a algunos de los niños a fin de detectar la presencia de anticuerpos en su organismo.
El Servicio Vasco de Salud llamó a alrededor de 50 familias para explicarles los resultados de los análisis practicados a sus hijos y les propuso “una dosis adicional para lograr una correcta vacunación” para los niños que no tenían “unos niveles adecuados de anticuerpos”.
Osakidetza abrió un expediente informativo a la profesional y amplió la investigación a los 400 incluidos en el cupo de esa enfermera.
Tras registrar la denuncia, el Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo ha citado a las familias personadas entre el 6 y el 22 de marzo para que presten declaración y ratifiquen su denuncia.
La jueza ha citado el 4 de mayo a declarar a la enfermera en calidad de investigada, en el seno de esta instrucción penal.
Según los progenitores, “es evidente, que la falta de inoculación de las vacunas previstas en el sistema ordinario, puede llegar a suponer un problema de salud publica, además de la comisión de delitos de falsedad documental y malversación de fondos públicos”.
El objetivo, según el abogado, es “conseguir que se le quite su número de colegiada impidiendo así que la citada profesional siga ejerciendo su labor” y que Osakidetza admita su responsabilidad en estos hechos. EFE