Vitoria (EFE).- Más de 84.000 jóvenes vascos quieren emanciparse pero solo uno de cada seis, es decir alrededor de 13.600, “pueden plantearse de forma realista la compra o alquiler de una vivienda en el mercado libre”.
Estas es una de las conclusiones del “Informe sobre población joven y vivienda” que han desglosado en comisión parlamentaria y a petición de EH Bildu el director de Planificación de Vivienda del Gobierno Vasco, Mario Yoldi, y el redactor del estudio Carlos Parrón.
La presentación del informe ha coincidido con la aprobación en el Consejo de Gobierno de la Estrategia Vasca 2030 para la Emancipación Juvenil.
Su objetivo es que los vascos se independicen antes de los 28 años y que recoge nuevas ayudas de 300 euros mensuales para vivienda.
Según ha explicado Yoldi, las causas que impiden a los jóvenes de entre 18 y 34 años acceder a una vivienda son el empleo -acceso tardío al mercado laboral, sueldos bajos e inestabilidad- y su elevado precio tanto en régimen de alquiler como de compra.
Como consecuencia, la tasa de emancipación ha caído del 43,7 % en 2010 al 32,9 % en 2021.
Este retraso en la salida de la casa familiar se da especialmente por debajo de los 30 años.
A a partir de esa fecha “las cosas mejoran”, ya que se dispone de un mejor trabajo y una mejor renta.
Así, la edad media de emancipación en Euskadi se situó en 29,7 años al año pasado, muy por encima de la media europea de 26 años.
Emanciparse supone el 50 % del sueldo de los jóvenes
Los jóvenes vascos de 25 a 29 años tienen un sueldo medio de 1.273 euros netos, cantidad que se eleva a los 1.558 euros en la franja de 30 a 34 años.
Son salarios que están “muy lejos del importe necesario para poder acceder a la vivienda”, sobre todo en las capitales y en municipios costeros “que sufren la presión de la compra por segunda vivienda”.
Esto obliga a los jóvenes a “hacer un esfuerzo inversor que prácticamente duplica al considerado normal en el mercado libre”.
En concreto, los jóvenes vascos deben dedicar el 58 % de su sueldo a pagar la hipoteca de la vivienda o el 54 % si están el alquiler.
El esfuerzo inversor recomendado es del 30 % del salario, que es el porcentaje que el Gobierno Vasco fija como límite en el caso del parque de viviendas públicas.

Esta situación hace prácticamente imposible acceder a una vivienda en solitario salvo que se cuente con ahorros o una ayuda familiar considerable, ha explicado Yoldi.
De los 84.248 jóvenes de Euskadi que quieren emanciparse 32.186 no tienen ningún tipo de ingreso y otros 38.408 no tienen ingresos suficientes o estables para hacerlo.
De esta manera solo 13.654, es decir, uno de cada seis, pueden plantearse hacerlo “de forma realista”.
En la actualidad en Etxebide hay 30.798 jóvenes que quieren acceder a un vivienda protegida. Dos de cada tres se decantan por el alquiler porque “no pueden si quiera plantearse” su compra.
Emanciparse mediante un piso compartido
Carrón ha precisado que el 65 % de los jóvenes inscritos en Lanbide ya están emancipados en una vivienda de alquiler libre pero “cada vez un porcentaje mayor” tiene una habitación en un piso compartido.
Por ello, se apuntan a Etxebide para acceder a una renta protegida y salir de esa “situación de precariedad” que además supone un “esfuerzo económico elevado”.
Los pisos compartidos, según han explicado, son una tendencia al alza que también se da entre personas mayores de 40 años como familias monoparentales con un porcentaje muy alto de inmigración.
El Gobierno Vasco está estudiando este fenómeno porque en la actualidad de las 118.000 viviendas inscritas en el registro vasco del alquiler solo 144 figuran como pisos compartidos “debido a problemas nebulosos de legalidad”.
Cuando se concluya el estudio y se cuantifique esta realidad “atacaremos este tema”, ha prometido Yoldi.
El director de Planificación de Vivienda ha puesto en valor que en los últimos tres años los programas del Gobierno Vasco para favorecer la emancipación han permitido que 4.369 jóvenes hayan accedido a una vivienda protegida.
Además se han desplegado también prestaciones específicas para jóvenes con ingresos reducidos y medios y se han movilizado viviendas vacías para favorecer una emancipación “a un precio asequible”, que también han ayudado en este sentido.
En total, ha señalado Yoldi, más de 9.200 jóvenes se han independizado gracias a estos programas. EFE