San Sebastián (EFE).- El chef Ferran Adrià inicia un proyecto personal sobre la evolución creativa de El Bulli. Asegura satisfecho que el museo elBulli1846 está siendo “un éxito”. Su apertura le ha dejado tiempo libre, que ya ha comenzado a ocupar con un proyecto “muy personal” que pasa por analizar lo que ha ocurrido en la gastronomía mundial desde finales de los años 60 del pasado siglo hasta hoy.
Evolución creativa de El Bulli
El objetivo es “mejorar el proceso creativo” llevado a cabo en El Bulli. Se trata de observar a través de ese estudio “toda la evolución que ha habido en el Bulli” para encontrar “los agujeros que faltaban por rellenar”, ha explicado este martes el cocinero catalán a un grupo de periodistas en el congreso San Sebastián Gastronomika.
Explica que lleva inmerso ya tres meses en ese trabajo, que dice que “no se ha hecho nunca” y que calcula que le llevará de dos a tres años, pues requiere de una importante labor de documentación. “Hay que buscar en los libros y no en las redes sociales”, ha ironizado.
Ha defendido la labor que están realizando desde el cierre de su restaurante de Roses (Girona) para preservar el legado de El Bulli.
“Hay que tener la voluntad de mantenerlo porque la gente se olvida de todo”, ha asegurado Adriá, que pone como ejemplo al chef suizo Frédy Girardet, considerado como uno de los mejores del mundo el siglo pasado, pero al que apenas se recuerda “porque hizo solo un libro”.
“Nosotros no queríamos que se olvidara El Bulli porque es el trabajo de muchas personas y era importante mantener esa memoria”, señala el cocinero.
Divulgar y generar conocimiento
Destaca que están “muy emocionados” por la respuesta del público al museo que guarda los años de creatividad de él y su equipo a través de una propuesta también creativa. “Suponíamos que la gente mayor iba a ir a visitarlo e iba a pensar que eso era Marte, pero se lo pasan pipa. Hemos aprendido mucho además de lo importante que es dar cariño al visitante”, remarca.
Su nuevo proyecto se inscribe en ese empeño por divulgar lo que supuso El Bulli generando a su vez nuevo conocimiento.
Ha comentado, como ejemplo, que desde el surgimiento de la “nouvelle cuisine” en la década de los 60 hasta la actualidad se ha producido una novedad importante, un cambio que no se dio hasta los primeros años de este siglo, y es que “Asia existe”, que países como Japón empezaron a contar para Occidente desde el punto de vista culinario porque aumentaron los viajes a esos destinos.
“Nosotros fuimos los que iniciamos el diálogo de Occidente con Japón”, ha resaltado Adrià. Ha dicho que seguramente el país nipón ocupará una gran parte de su proyecto en ciernes. “Para eso tengo que comprender la cocina tradicional japonesa y conocer además la historia y la organización territorial del país”, ha precisado.
Un nombre para la cocina española
Ha señalado que la incorporación de la cocina asiática a la gastronomía occidental es “una diferencia muy importante” con relación a las décadas anteriores, de la misma manera que considera que la nueva cocina en España marcó un relevante “hecho diferencial” con la “nouvelle cuisine”, el del “menú de degustación largo, que antes no existía”.
Ferran Adrià recalca que “el error más grande de España” ha sido no lograr “consensuar” un nombre para esa cocina que se creó el siglo pasado y que a él, tomando prestada la palabra del periodista Pau Arenós, le gusta definir como “tecnoemocional”.
