Un momento del juicio por la muerte de Santi Coca en una imagen de archivo. EFE/Javier Etxezarreta

La fiscal dice que al agredirle, los acusados asumieron la posibilidad de que Coca muriera

San Sebastián (EFE).- La fiscal dice que al agredirle, los acusados asumieron la posibilidad de que Coca muriera

La fiscal del caso Santi Coca, el menor fallecido en 2019 tras recibir una paliza en el exterior de una discoteca de San Sebastián, ha asegurado que los cuatro acusados asumieron la posibilidad de que el joven muriera al agredirle en grupo con “puñetazos” y “patadas” en el cuerpo y la cabeza.

Asumieron la posibilidad de que Coca muriera


Éste ha sido el argumento central por el que la representante del Ministerio Público ha considerado coautores de un delito de homicidio por “dolo eventual” con la agravante de superioridad a los cuatro procesados -un joven de origen marroquí, otro español y dos rumanos-, cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de quince años de cárcel además de otras condenas accesorias.

Exterior de la discoteca de San Sebastián, en cuyas proximidades tuvo lugar la agresión a Santi Coca. EFE/Javier Etxezarreta


Un quinto procesado quedó en libertad el pasado miércoles, después de que fueran retiradas todas las acusaciones en su contra al no verse incriminado en los hechos por ninguno de los testigos, mientras que un sexto imputado, conocido como “el argelino”, se encuentra huido de la justicia desde meses atrás.

Durante su informe ante el tribunal en la última sesión de la vista oral del juicio que se sigue por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa, la fiscal ha centrado sus esfuerzos en explicar a los miembros del jurado la figura del “dolo eventual”.


Ha detallado en este sentido que, aunque los procesados no tuvieran la intención directa de matar a Santi Coca al golpearle, sí pudieron representarse que al agredirle junto a otros, con “puñetazos” y “patadas” en el “cuerpo” y en la “cabeza”, de “forma violenta”, mientras permanecía tanto de pie como en el suelo, podrían causar la muerte del menor, que en aquel momento tenía 17 años.

Crearon el riesgo


“No es que estuvieran pensando que querían matar mientras golpeaban”, ha señalado la fiscal, sino que con su actuación crearon el “riesgo” y la “probabilidad” de matar Santi Coca y “aún así” actuaron en la forma en la que lo hicieron.


“Necesariamente” previeron la “alta probabilidad” de acabar con su vida, de forma que “asumieron” su muerte, ha insistido la representante del Ministerio Público, quien ha descartado también que los hechos sean producto de una “imprudencia”.

Vista de la Audiencia de Gipuzkoa, donde tiene lugar el juicio por la muerte de Santi Coca. EFE/ Juan Herrero


Por su parte, el abogado de la acusación particular ha dicho que resulta “una auténtica barbaridad” que “atenta contra el sentido común” hablar en este caso de una muerte “natural”, después de las “patadas” y los “golpes” recibidos aquella noche por la víctima.

La acción popular, que ejerce el Ayuntamiento de San Sebastián, ha incidido por su parte en la agravante de abuso de superioridad que, en opinión de las acusaciones, existe en este caso ya que, a su entender, las posibilidades de defensa de la víctima quedaron “muy limitadas” por el “importante desequilibrio de fuerzas” respecto a sus agresores.

La abogada defensora del joven de nacionalidad española ha mantenido que “no hay prueba de cargo” en el caso que permita identificar a su cliente como uno de los autores de la agresión a Santi Coca, cuando además “el que golpeaba sin duda” era el imputado que se encuentra fugado.

Separar a los contendientes


Por su parte, el defensor de uno de los dos acusados de origen rumano, primos entre sí, ha detallado que su cliente sólo estuvo “presente” en el lugar, sin que exista “una sola prueba” de su participación en lo sucedido ya que, al igual que su pariente, “sólo intervino para separar” a los contendientes.

El letrado del otro ciudadano rumano ha comparado este caso con un “suflé”, en el que se ha pasado de unas “acusaciones muy duras” de asesinato con agravantes a otras de homicidio únicamente para cuatro procesados, tras haber quedado el quinto en libertad.

Iker Coca (i) y Fátima Hacine (c), hermano y madre de Santi Coca, acuden a la Audiencia de Gipuzkoa en una imagen de archivo. EFE/Javier Etxezarreta

Finalmente, el abogado defensor del ciudadano marroquí también ha recordado en su turno que quien tuvo el “incidente” con Santi Coca fue “el argelino” aunque, al estar fugado, “ahora parece que no existe”, mientras que se ha situado “el foco” en el resto de inculpados que “no han hecho nada”.


Está previsto que el próximo lunes los miembros del jurado recibirán el cuestionario con el objeto del veredicto tras lo que se retirarán para iniciar sus deliberaciones. EFE