Bilbao (EFE).- La estructura para la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao ha comenzado a elevarse con la colocación del primer pilar.
Se ha colocado el primero de los grandes pilares en V que soportarán un añadido en voladizo sobre el edificio antiguo.
La actuación supone un “hito” en la ejecución del proyecto.
El director del Museo, Miguel Zugaza, ha calificado de esa manera el momento en el que se encuentra el proyecto constructivo “Agravitas”, diseñado por Norman Foster y Luis María Uriarte.
Zugaza ha protagonizado una comparecencia ante la prensa con el equipo técnico, previa a la colocación del primer pilar y a una visita a las obras del lehendakari, Iñigo Urkullu.
Conclusión en 2025
En el acto informativo, ha señalado que se mantiene el objetivo presupuestario del proyecto, de 44,5 millones de euros.
También se mantiene el plazo de conclusión para la primavera de 2025, así como la voluntad de mantener abierto el museo mientras se ejecutan los trabajos.
La colocación del primero de los pilares en V -de 71 centímetros de diámetro y 11,5 metros de longitud cada uno- marca el inicio de la fase de ejecución de la estructura de la ampliación del museo.
Esta estructura comienza a ser visible, una vez concluidos los trabajos de cimentación para la sustentación del nuevo edificio llevados a cabo en el último año.
Labores de cimentación
Las labores de cimentación han implicado la construcción de casi dos kilómetros y medio de micropilotes.
En paralelo, se han acometido trabajos de rehabilitación de infraestructuras existentes.
Además de construir una nueva estructura de 6.000 metros cuadrados para ampliar el museo, se proyecta la reforma de más de 8.000 metros cuadrados de la edificación actual.
En el acto informativo también ha participado el arquitecto Luis María Uriarte.
Asimismo, han tomado parte el director técnico del estudio de ingeniería MC2, Álvaro Serrano; y los miembros de la firma de arquitectos Foster + Partners Taba Rasti y Pablo Urango.
Complejidad del proyecto
El equipo técnico ha destacado la complejidad del proyecto.
Esa complejidad llevó al arquitecto Uriarte a afrontarlo, según ha dicho, con el lema de “tibios, abstenerse”.
Este profesional ha valorado el trabajo de los distintos equipos y ha afirmado que en ninguno de ellos ha percibido “el menor atisbo de tibieza”.
Según los detalles aportados, el museo se ampliará mediante una nueva estructura aérea tipo puente que sobrevuela el actual edificio.
Medirá 62 por 42 metros y se apoyará exclusivamente sobre dos alineaciones de pilares en V.
Estará formada por 15.000 piezas de acero.
Se ha proyectado también la integración de una pantalla estructural de hormigón armado entre el edificio existente y el nuevo.
El objetivo es proporcionar estabilidad a la construcción.
Espacio expositivo
La ampliación acogerá un nuevo espacio expositivo de 50 por 30 metros y terrazas con vistas a la ciudad.
Las terrazas también tendrán zonas para la exposición de esculturas.
El equipo técnico ha puesto de manifiesto el “reto” constructivo que supone la ampliación del Museo de Bellas Artes.
Según han argumentado, el proyecto se desarrolla en el centro de la ciudad y tiene que respetar el propio museo y el arbolado del parque en el que se ubica.
Acero “sostenible”
Además, el proyecto se ha concebido bajo criterios de sostenibilidad medioambiental.
Se ha usado acero “sostenible” a través de la utilización de elementos reciclados y energías renovables.
Ello permitirá una reducción mediante el proceso de obra de emisiones de gases de efecto invernadero de hasta 3.200 toneladas de CO2, según han indicado.
Por otro lado, el peso del nuevo edificio será de unas 2.500 toneladas.
Este peso es menos de la mitad de lo que pesa un edificio equivalente de un centro comercial o un aparcamiento, han señalado.
