Los creadores del video 'Metahaven: Teoría del caos' , Daniel van der Velden y Vica Kruk (i) ante su creación en el Museo Guggenheim Bilbao.EFE/Luis Tejido

El Guggenheim muestra el poema audiovisual “Teoría del caos” de Metahaven

Bilbao (EFE).- El Museo Guggenheim Bilbao muestra el “poema” audiovisual “Teoría del caos”, una pieza íntima y onírica del dúo de neerlandeses Vinca Kruk y Daniel van der Velden (Metahaven).


Los dos artistas han presentado la obra, una singular instalación fílmica que aborda la complejidad de las relaciones humanas en un mundo hiperconectado.

Junto a ellos, el director del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, y el comisario de la muestra, Manuel Cirauqui.


“Metahaven: Teoría del caos” es la primera exposición de la sala Film & Video.

Imagen en movimiento

Se trata de un espacio que el museo bilbaíno dedica íntegramente al videoarte, la instalación audiovisual y la imagen en movimiento como lenguajes artísticos y que este año cumple su décimo aniversario.

Varias personas observan el video ‘Metahaven: Teoría del caos’ en el Museo Guggenheim Bilbao.EFE/Luis Tejido


Los artistas Vinca Kruk (1980) y Daniel van der Velden (1971), residentes en Ámsterdam, fundaron el colectivo Metahaven en 2007.

Su trabajo abarca el cine, la escritura, el diseño gráfico y textil, la poesía y la instalación.

Sus obras han formado parte de numerosas exposiciones internacionales.

Una pieza “íntima”


La obra que exponen ahora en Museo Guggenheim Bilbao, según han explicado, “es una pieza íntima”, que se grabó en 2020 y que cuenta con una narrativa “circular, no lineal”.

En ella, el espectador puede incorporarse a su visualización en cualquier momento.


Se trata de “un relato poético”, según el comisario Manuel Cirauqui, que gira en torno a diversos momentos de diálogo y convivencia de una niña llamada “X” (Valentina Di Mondo) y una mujer adulta llamada “Y/Z” (Georgina Dávid).


Estos personajes, cuyo parentesco no está definido, se muestran unidos por la ternura, la protección y los juegos. Sus conversaciones están llenas de poesía y juegos de palabras.


La película, de 25 minutos de duración, fue grabada en las afueras de Ámsterdam y toma como escenario algunos espacios abiertos de la periferia urbana, la salida de un colegio, un ascensor o una habitación.

Presencia del euskera en la obra


Es un relato “multilingüe”, en el que se utilizan varias lenguas, entre ellas, el euskera a modo de “guiño” de los artistas al contexto del Guggeneheim Bilbao.


En un momento de la cinta, se puede escuchar una voz “automatizada” en euskera, que da una indicación en una escena en el interior de un ascensor.


En la obra también se entremezcla “la producción textil y la producción cinematográfica” y el espectador se ve invitado a interactuar y relajarse sentándose en la gran alfombra que incluye la instalación de la pieza en la galería principal de la sala.


Es una densa textura de lana que podría recordar la tapicería habitual de los transportes públicos.

Obras textiles


Además, en la antesala, la pieza cinematográfica de Metahaven se complementa con la exposición de una serie de obras textiles más pequeñas.

Recoge una selección de bordados realizados digitalmente, que los artistas entienden como equivalentes a fotogramas de película.


En la muestra se incluyen una serie de chaquetas de chándal intervenidas en un telar, así como bolsas de plástico y pequeños tapices que parecen muestras de tapicería de autobús. EFE