Bilbao (EFE).- Deep Purple demostró anoche en el festival BBK Bilbao Music Legends que es leyenda viva del ‘hard rock’ .
Deep Purple ofreció un gran concierto en el que la banda británica repasó algunos de sus grandes temas ante un público entregado de principio a fin.
Desde ‘Highway Star’, tema con el que los británicos abrieron el concierto, hasta ‘Black night’, que cerró su paso por el festival de las leyendas, Deep Purple brindó una actuación sobresaliente.
Fue una actuación rebosante de emociones e impecable desde el punto de vista musical.
Pericia musical
Mostró ser una banda en la que sus componentes atesoran una pericia musical que no ha mermado con el paso del tiempo -medio siglo a sus espaldas-.
Aunque su voz no es la que era antaño, Ian Gillan sigue defendiendo con dignidad los temas clásicos del grupo.
Junto a él estuvieron los históricos Ian Paice, imponente con las baquetas, y Roger Glover, magistral con el bajo.
También le acompañaron un Don Airey que reemplazó a Jon Lord en 2002 después de haber formado parte de grupos como Rainbow o Whitesnake y que exhibió su virtuosismo en los teclados.
La sabia nueva la aporta el guitarrista de 45 años Simon McBride, que no había nacido cuando la banda británica triunfaba en los escenarios de todo el mundo.
Ahora, tras sustituir a Steve Morse en 2022, muestra una completa sintonía con los demás miembros del grupo.
Un Bilbao Arena encendido
Esa conexión se pudo disfrutar desde el inicio del concierto con ‘Highway Star’.
El concierto encendió un Bilbao Arena ansioso por disfrutar del ‘hard rock’ de los británicos y de los míticos y legendarios temas que forman parte de la banda sonora de cualquier amante del rock.
Deep Purple no vive del pasado y continúa publicando discos.
El próximo bajo el título ‘=1’ verá la luz el próximo mes de julio.
Temas nuevos y clásicos
Sin embargo, anoche la banda interpretó tres de sus temas, ‘A bit on the side’, ‘Portable door’ y ‘Bleeding obvious’, convenientemente intercalados con los temas clásicos.
Fueron estos los más esperados y los que más agradaron al público que escuchó ‘Into the fire’, del disco ‘Deep Purple in rock’.
También escucharon ‘Lazy’, con recuerdo para el fallecido Jon Lord y donde Don Airey y Simon McBride formaron un buen equipo con Ian Gillan y su armónica.
Tras ‘Anya’, tema incluido en el disco ‘The battle rages on’ de 1993, los seguidores de la banda disfrutaron de un solo de Don Airey, con el himno del Athletic incluido que fue coreado por todo el pabellón.
También disfrutaron de ‘Space truckin’’ que ha dio paso al célebre ‘Smoke on the water’.
Bises
Y para los bises, con Don Airey vestido con la camiseta del Athletic, más clásicos con los que rememorar tiempos mejores musicalmente hablando.
Lo hicieron gracias a su versión de ‘Hush’, de Joe South, incluida en su primer disco ‘Shades of Deep Purple’, y un ‘Black night’ que cerró una brillante noche de rock.
De esta forma Deep Purple se ha unido a la nómina de leyendas que han pasado por el festival, que celebró su primera edición en 2016.
Por el festival han pasado, entre otros, Los Lobos, Jethro Tull, Van Morrison, Jeff Beck, The Beach Boys, Status Quo, The Cult, Chris Isaak, The Waterboys y The Pretenders.
Canned Heat
El festival contó también con Canned Heat, el legendario grupo de blues-rock y boogie rock, en la carretera desde 1965.
Se subió al escenario del BBK Bilbao Musics Legends para ofrecer su único concierto en España y animar la tarde antes de la actuación de los cabezas de cartel.
La banda, que tuvo que suspender su actuación en la pasada edición del festival, llegó al Bilbao Arena, después de 15 años sin grabar en estudio, con nuevo disco, ‘Finyl Vinyl’.
De este disco sonaron varios temas, como el contagioso ‘One last boogie’, que recuerda al célebre ‘La Grange’ de ZZ Top.
Con el batería Adolfo ‘Fito’ de la Parra al frente, Canned Heat demostró por qué es la banda de blues que más discos ha vendido.
Logró que el público disfrutara y bailase al ritmo de himnos como ‘On the road again’, ‘Going up the country’ o ‘Let’s work together’ y les despidiera con una cálida ovación. EFE
