Gernika (Bizkaia) (EFE).- El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, ha afirmado que “la persona, el bien común y la internacionalización de Euskadi” han sido “las guías” de su gestión.
A tres días de la investidura de su sucesor, Imanol Pradales, Urkullu ha recibido un homenaje de las Juntas Generales de Bizkaia (JJ.GG.).
En dicho acto, la presidenta del parlamento vizcaíno, Ana Otadui, ha entregado a Urkullu un retoño de cinco años del Árbol de Gernika.
El regalo es un reconocimiento a su trabajo como “embajador” de ese icono, reconocido como “símbolo de paz, libertad y democracia”, según Otadui.
También a su “labor” al frente del Gobierno Vasco.
Frutos del mandato
En su intervención, Iñigo Urkullu ha hecho un balance de los “frutos” obtenidos en sus tres mandatos .
Ha asegurado que “la persona, el bien común y la internacionalización de Euskadi” han sido “las guías” de su gestión al frente del Gobierno Vasco durante los últimos 12 años.
“Estos años hemos fortalecido el desarrollo, la libertad, la soberanía, la convivencia y la identidad de Euskadi”, ha afirmado.
El lehendakari también ha recordado las palabras que pronunció tras jurar el cargo en 2012 bajo el roble de Gernika.
“Es mi objetivo lograr fortalecer nuestra identidad desde Gernika al mundo, llevar y propagar el fruto que hemos plantado y sembrado”, dijo en aquel momento.
“Trabajaré con humildad y determinación por una Euskadi de progreso, en paz y libertad por sí misma en Europa y el resto del mundo”, añadió.
Avanzar en progreso y paz
En su discurso , Urkullu ha subrayado que esas promesas han sido su “objetivo, compromiso y rumbo estos años”.
Así, según ha dicho, se ha conseguido “avanzar en una Euskadi de progreso, paz y libertad”.
También ha destacado que durante sus años como lehendakari “Gernika y el Árbol de Gernika han estado siempre conmigo” .
Ha hecho hincapié en que “su semilla está dando frutos con fortaleza. Aquí y en tantos y tantos pueblos del mundo”.
Las Juntas Generales de Bizkaia han entregado a lo largo de su historia más de 450 descendientes de Árbol de Gernika, que se han plantado en diferentes lugares de los cinco continentes.
El más veterano, que data de 1859, sigue vivo y se encuentra muy cerca de la Casa de Juntas. En el exterior, el roble más antiguo está plantado en Rosario de Santa Fé (Argentina) y es de 1886. EFE
