Alumnos de la Universidad de Valladolid muestran sus móviles. EFE/Nacho Gallego

Una iniciativa popular pide que se prohíban por decreto los móviles en las aulas

Vitoria (EFE).- Una iniciativa popular ha pedido que se prohíban por decreto los móviles en las aulas vascas.

Representantes de la agrupación Altxa Burua (Levanta la cabeza) han expuesto ante el Parlamento Vasco su petición de que el Departamento de Educación declare las escuelas como espacios libres de teléfonos móviles.

El motivo es la «crisis silenciosa» que causa su abuso, al cual no se le da a su juicio la suficiente importancia.

Altxa Burua es una iniciativa nacida en 2021 en Gipuzkoa.

Reúne a unas veinte mil familias de los tres territorios.

Buscan soluciones a los problemas que ha ocasionado la presencia de móviles inteligentes en las aulas.

Representantes del grupo -una pediatra y una educadora, madres ambas, y el director del instituto de Ordizia- han expuesto sus inquietudes ante el Parlamento Vasco.

Recogida de firmas para prohibir los móviles en las aulas

Además de esta comparecencia, en los últimos meses han recogido firmas para solicitar formalmente al Departamento de Educación que declare a las escuelas vascas como espacios libres de teléfonos móviles.

La razón de esta solicitud radica en la carencia de una legislación que regule esta cuestión en todo el sistema educativo vasco.

Actualmente se deja a la autonomía de los centros.

Según los comparecientes, en aquellos lugares donde se ha legislado y en las escuelas que han sido designadas como espacios libres de móviles se han observado efectos muy positivos.

La mera presencia del teléfono móvil, aunque no se use, distrae la atención.

El móvil distrae aunque no se use

Las ventajas de un contexto sin móviles son que mejora el rendimiento académico gracias a un entorno más propicio para el aprendizaje, incrementa la capacidad de concentración de los estudiantes, reduce el acoso escolar y el ciberacoso, fomenta las relaciones interpersonales entre el alumnado y promueve la actividad física.

«El tiempo de uso (del móvil) es excesivo, la supervisión, escasa, y paradójicamente, acaba acentuando la sensación de soledad», han expuesto.

«Cuanto menos y más tarde se use el móvil, mejor», han concluido.

Dado que este problema no afecta únicamente a un centro escolar sino que tiene un impacto en todo el sistema educativo, Altxa Burua entiende que la respuesta también debe ser sistémica.

Es decir, que la solución debe partir del Departamento de Educación y no dejarla al arbitrio de la autonomía de cada centro.

Educación ya ha enviado un documento con instrucciones para regular el uso del móvil en los colegios, pero Altxa Burua considera que se debe realizar por decreto. EFE