Bilbao (EFE).- Bilbao ha dado el pistoletazo de salida a los nueve días de fiesta que conforman la Aste Nagusia 2025 en su 45º edición.
La Semana Grande ha arrancado con una apelación unánime al «respeto» y la convivencia.
Multitud de jóvenes se han concentrado en la Plaza del Arriaga a la espera del txupinazo, que este año ha corrido a cargo de la comparsera Olatz Agirre.
Mientras tanto, las autoridades han ido llegando al Teatro Arriaga, encabezadas por el alcalde Juan María Aburto para tomar parte de la tradicional recepción que el Ayuntamiento ofrece a las autoridades y representantes de la sociedad.
El regidor bilbaino ha apelado a que «reine el respeto a las personas, las ideas, los derechos humanos y a la policía».
Ya asomados a la balconada del Teatro Arriaga y con el habitual protagonismo de Marijaia -símbolo de la Semana Grande diseñado en 1978 por Mari Puri Herrero-, ha sido Francis Díez, líder del grupo Doctor Deseo, el encargado de llevar a cabo la lectura del pregón.
«Transgresión»
En su alocución, ha hecho un llamamiento a la «transgresión, aunque ha reclamado «respeto entre diferentes».
«Que todos colaboremos para que estas fiestas sean un lugar seguro, libre de agresiones machistas, racistas, homófobas… no es no y sí es sí», ha defendido, al tiempo que ha apostado por «seguir gritando no al genocidio del pueblo palestino».
Un año más, se han podido ver algunas pancartas con mensajes políticos, a favor de la de la independencia y de la vuelta «a casa» de los presos de ETA.
También de rechazo al proyecto de Guggenheim de Urbaibai, reivindicaciones feministas y banderas palestinas.