Inicio del juicio en Bilbao contra una enfermera del ambulatorio de Kabieces, en Santurtzi (Bizkaia), acusada de simular vacunar a los niños. EFE/Jon Garai

Los familiares de los menores advierten de lo rápido que la enfermera acusada vacunaba

Bilbao (EFE).- Familiares de los menores afectados por posibles irregularidades en el proceso de vacunación desarrollado en el ambulatorio de Kabieces (Santurtzi, Bizkaia) entre 2021 y 2022 han destacado la «rapidez» con que la enfermera acusada ejecutaba el procedimiento.

También han incidido en el hecho de que los niños no presentaban posteriormente reacciones adversas.


Todos ellos han subrayado que la procesada rellenaba las cartillas de vacunación, de tal forma que ninguno sospechó que no hubiera administrado los sueros.


La sección primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido la primera de las cinco sesiones contra una sanitaria de Osakidetza acusada de simular la vacunación de 404 menores entre febrero de 2021 y septiembre de 2022.


El abogado de la acusación pide unas penas que oscilan entre los 12 y los 17 años de prisión por delitos de daños agravados, falsedad documental y malversación de fondos.


La Fiscalía solicita para la encausada una pena de 7,5 años de prisión y otros tanto de inhabilitación, -misma petición que hacen Osakidetza y el Colegio de Enfermería.


En la primera de las sesiones han declarado nueve testigos, padres y madres de los menores objeto de vacunación.

La acusada ha optado por posponer su interrogatorio al último día de juicio.

En la mayor parte de los testimonios, los progenitores han asegurado que los menores no presentaban febrícula o reacción adversa alguna tras ser vacunados por la encausada, y han sido varios los que han advertido de la brevedad del proceso.

«Extraño»


«Era extraño que fuera todo tan rápido… resultaba raro porque con una hermana mayor el protocolo era más detallado», ha manifestado un testigo.


Otra de las progenitoras ha detallado, por su parte, que en su caso la enfermera habría llegado a «ocultar el brazo» de su hijo y llevó a cabo el procedimiento de «espaldas»: «No dudé, pero me pareció curioso cómo lo hacía… muy rápido».


Algunos de los progenitores han relatado cómo una vez publicado el caso en los medios de comunicación fueron ellos quienes se pusieron en contacto con Osakidetza para que les aclarase la situación en que estaban los menores, mientras que el resto recibió una carta del Servicio Vasco de Salud.

De los nueve testimonios solo tres han confirmado la realización de estudios serológicos posteriores para conocer el grado de inmunización de los menores, aunque en todos los casos se les revacunó.


«En mi caso me dijeron que no harían serología a mis hijos porque en el 90 % de las ya realizadas los anticuerpos daban bajos», ha detallado una de las madres.

En el inicio del juicio la acusación ha presentado una cuestión previa en relación a su petición de pena por malversación de fondos, cuestión para la que la Audiencia se ha declarado competente.