La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez (i), y el director general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), Luis Barriga (d). EFEJ.L.Cereijido

El nuevo modelo de atención a mayores llegará a uno de cada tres asturianos

Oviedo (EFE).- La denominada Estrategia CuidAs, que orientará el proceso de transición del modelo de cuidados de larga duración para personas mayores y conllevará cambios normativos, de gestión y de asistencia, contempla medidas que beneficiarán a más de 310.000 mayores de 65 años o con alguna discapacidad, un tercio de la población asturiana estimada para 2027, un 9% más que ahora.

La estrategia se incluye en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que recoge inversiones para nuevos equipamientos en centros residenciales, así como centros de día innovadores e integrados en la comunidad que permitan apoyos y cuidados en la proximidad del domicilio y tiene como objetivo favorecer la promoción de la autonomía personal.

Esta iniciativa, que incluye a la Red CuidAs, que aúna a todos los agentes públicos y privados implicados en el cambio de modelo, ha sido presentada hoy por la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, durante un acto en el que también ha participado el director general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), Luis Barriga.

Según la consejera, el Gobierno de Asturias movilizará 54,5 millones del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia para transformar a corto plazo el modelo de cuidados de larga duración y ha recordado que actualmente, el Principado destina a los cuidados de larga duración un 57% del total del presupuesto de su departamento.

Además, ha incidido en que las estimaciones de su departamento calculan que Asturias precisará 12.000 profesionales de los cuidados más para dar respuesta a las necesidades de asistencia a la dependencia en 2030, lo que supone un crecimiento del 88% respecto a la plantilla actual, formada por 13.550 personas.

Álvarez, que ha destacado el trabajo conjunto realizado en este ámbito con la administración central, ha reclamado una reflexión común y “una nueva mirada” sobre el modelo de cuidados a mayores y a dependientes para impulsar una reforma estructural de amplio alcance que requerirá de un proceso “largo en el tiempo y costoso” lo que hará necesaria la colaboración público-privada.

Preferencia por envejecer en casa

Tras subrayar que los estudios realizados por la Consejería reflejan que el 75 por ciento de las personas de más de 65 años prefieren envejecer en sus casas, Álvarez ha abogado por reforzar la asistencia en el hogar manteniendo una “íntima” conexión con los servicios sanitarios una vez constatado el buen resultado que esa colaboración logró durante la pandemia.

En este sentido, el director del Imserso ha advertido de que ese cambio en el modelo de cuidados es “imparable” al margen del color político de los gobiernos dado que la exigencia de mejorarlos forma parte de un movimiento internacional para que todos los países lo incorporen a sus políticas.

La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez (i), y el director general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), Luis Barriga (d). EFE/J.L.Cereijido

Para Barriga, ese proceso pasa por articular la gestión de esos servicios desde la administración más cercana aplicando un modelo de cogobernanza que, en el caso de España y en ese ámbito, se ve como un ejemplo en la UE después de que la Conferencia Sectorial del ramo alcanzara 33 acuerdos desde 2020 de los que 21 se adoptaron por unanimidad.

Ese proceso, ha apuntado, debe apostar por la desintitucionalización de los usuarios al margen de que sigan existiendo residencias en las que también deben promoverse “vidas autónomas, dignas, con proyecto de vida y no vidas prisioneras” y supone un cambio “que va en serio” y que por ello encuentra resistencias entre quienes consideraba “que el sistema de cuidados es parte del negocio”.

Además, el director del Imserso ha admitido que el principal problema del sistema actual es su tremenda burocratización “que impide que se puedan recibir las prestaciones cuando se necesitan” y ha abogado por ir quitando “palos a las ruedas” y suprimir procedimientos administrativos “muchas veces absurdos” con el objetivo de “llegar a tiempo y atender a las personas”. EFE