Oviedo (EFE).- La producción de la industria asturiana bajó en enero un 5,8 por ciento en tasa interanual, lo que representa el quinto mes consecutivo de descensos, según el índice elaborado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).
La producción de la industria asturiana cayó un 8,9 por ciento en septiembre y en octubre, y un 11,3 por ciento en diciembre, pese a lo cual registró un alza del 2,7 por ciento en el conjunto del ejercicio de 2022.
En su informe, Sadei vuelve a atribuir parte de la caída de enero a la parada del alto horno de ArcelorMittal, aunque su puesta en marcha a principios de febrero “augura una mejoría en los niveles de producción de la metalurgia de cara a los próximos meses, en la medida en que las condiciones de demanda permitan alcanzar la máxima capacidad productiva” de la instalación.
Además, tanto la industria química como la farmacéutica apuntan a una “cierta debilidad de su demanda”, a la vez que se mantiene el retroceso en la generación de energía eléctrica.
Según el informe, en términos generales se percibe en el sector industrial “una cierta perspectiva cortoplacista en las carteras de pedidos, que se une al estrechamiento en los márgenes, derivado de la competencia existente y del encarecimiento de los costes de producción”.
Fortaleza de la industria naval
En el lado positivo, Sadei vuelve a destacar “la fortaleza de la industria naval regional, que conserva su pujanza, sobre todo en el mercado internacional”, así como el mantenimiento de las cotas de producción de una parte de las empresas de fabricación y, sobre todo, de transformación de productos metálicos.
A ello se unen “las expectativas de algunas empresas vinculadas a la obra pública sobre un repunte coyuntural de la demanda durante los próximos meses, derivada del habitual movimiento que precede a las convocatorias electorales”.
Por último, hace referencia a las noticias sobre el impacto en la región de los proyectos ya conocidos para la producción de hidrógeno verde, y más en concreto, al anuncio de una planta de electrolizadores en Langreo.
Por ramas de actividad, la producción subió en enero en Industria transformadora de los metales, un 15,4 por ciento; Otras industrias manufactureras, un 8,9 por ciento, y en Alimentación, bebidas y tabaco, un 0,6 por ciento.
Frente a ello, los mayores retrocesos correspondieron a Energía eléctrica, gas y agua, un 18,8 por ciento, y Metalurgia, un 16,8 por ciento, seguido de Industria química, un 12,4 por ciento; Otros productos minerales no metálicos, un 5,8 por ciento; Industrias extractivas, un 1,9 por ciento, y Fabricación de productos metálicos, un 1,4 por ciento. EFE
