Oviedo (EFE).- La producción de la industria asturiana bajó entre enero y agosto un 6,1 por ciento respecto a los ocho primeros meses del año pasado, según el índice elaborado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).
Sólo en agosto, la producción industrial del Principado cayó un 11,5 por ciento en tasa interanual, en lo que fue el quinto mes consecutivo de descensos.
En un análisis publicado este lunes, Sadei apunta que, “continuando la tendencia de los meses anteriores”, la industria asturiana recortó sus niveles de actividad en agosto, “mostrando además señales de que este puede ser el rumbo que siga hasta fin de año”.
El informe expone que, “lejos de volver a la trayectoria ascendente que se preveía” una vez que el horno averiado de ArcelorMittal en Gijón retomara su actividad, el sector industrial regional “parece perder fuelle rodeado de un conjunto de acontecimientos negativos”.
Limitaciones en la siderúrgica
A este respecto, incide en que la siderurgia no consigue alcanzar un ritmo productivo elevado al verse “limitada no solo por la progresividad de la apertura del horno, sino por la ralentización que en su demanda está provocando la contracción de un mercado como el alemán”.
Además, añade, se registran fuertes caídas de demanda en otras actividades como la industria química o la producción de minerales no metálicos, a lo que se une, un mes más, “un fuerte retroceso en la producción de energía eléctrica”.
Según este análisis, el importante peso específico de estas ramas en la economía regional “consigue eclipsar el buen comportamiento de otras que, aún siendo vanguardia, no logran equilibrar la balanza”.
Así, “la pujanza del sector naval, de la industria armamentística, la fabricación de estructuras para energías renovables o la propia línea de carril de la siderurgia no consiguen, con sus buenas cifras, compensar el signo negativo global”.

Ramas de actividad
Por ramas de actividad, las mayores caídas interanuales e la producción se produjeron en Energía eléctrica, gas y agua, un 36,2 por ciento, e Industria química, un 27,7 por ciento, seguido de Metalurgia, un 18,2 por ciento; Otros productos minerales no metálicos, un 18,2 por ciento, y Alimentación, bebidas y tabaco, un 3,3 por ciento.
En cambio, subió la producción de las ramas de Fabricación de productos metálicos, un 12,3 por ciento; Industria transformadora de los metales, un 6,2 por ciento, e Industrias extractivas, un 1,3 por ciento. EFE