Oviedo (EFE).- La población en riesgo de pobreza o exclusión social descendió el pasado año en Asturias del 25,3 al 25 por ciento, y se situó punto y medio por debajo del promedio nacional, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata del tercer año consecutivo en el que la población en riesgo de pobreza o exclusión social se reduce en Asturias, desde el 27,2 por ciento registrado en 2020, el nivel más elevado de la serie iniciada en 2024.
Dicho porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social se fija con la tasa AROPE, que mide la pobreza no solo con los ingresos, sino que también incluye la privación material severa y la baja intensidad de empleo.
En el caso de Asturias, la población en riesgo de pobreza se redujo del 20,1 al 18,6 por ciento, mientras que aumentó el porcentaje de personas en hogares con carencia material y social severa, del 4,4 al 6,5 por ciento, y el de población en hogares con baja intensidad en el empleo -aquellos en los que los miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20 % del total de su potencial de trabajo durante ese año-, del 12,7 al 13,6 por ciento.
La encuesta refleja que el porcentaje de hogares con mucha dificultad para llegar a final de mes ha bajado del 7 al 5,9 por ciento y el de familias que no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año lo ha hecho del 30,8 al 28,6 por ciento.
En cambio, ha repuntado el porcentaje de hogares que han incurrido en retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal , del 6,7 al 7,8 por ciento, y el de familias que no pueden afrontar gastos imprevistos, del 24 al 27,4 por ciento.
La tasa AROPE sube en España al 26,5 %
En el conjunto del país, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa AROPE) aumentó medio punto porcentual en 2023 hasta el 26,5 % mientras que la población con “carencia material y social severa” escaló hasta el 9 %, la tasa más alta desde 2015.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), dos de los tres componentes de la tasa AROPE mejoraron: el riesgo de pobreza relativa -indicador que refleja cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población-, que bajó del 20,4 al 20,2 %; y el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo (con poca actividad), que pasó del 8,7 al 8,4 %.
Pero el tercer componente de la tasa empeoró: el porcentaje de población con carencia material y social severa subió del 7,7 al 9 %. Este concepto analiza factores como no poder permitirse ir de vacaciones al menos una vez al año; comer carne, pollo o pescado cada dos días; o mantener la vivienda a una temperatura adecuada.
