Gijón (EFE).- El nuevo horno híbrido de arco eléctrico de la factoría de ArcelorMittal en Gijón comenzará a producir en el primer trimestre del 2026, ha anunciado este jueves el consejero delegado de la línea de Productos Largos de Asturias, Jordi Torné, durante el acto de inicio de la construcción del equipamiento, un “hito” en su programa de descarbonización en España.
Torné ha destacado que se trata del resultado de un “trabajo muy duro”, que se materializa en el proyecto de futuro que “merece” la división de largos de la firma siderúrgica en Gijón.
El alto directivo de la siderúrgica ha insistido en que la producción de acero de alto valor añadido con baja huella de carbono “va a reforzar la posición competitiva” de la unidad, convirtiendo a la factoría en “autosuficiente” para suministrar a los trenes de alambrón y carril.
Por su parte, el consejero delegado del clúster de ArcelorMittal Asturias, Philippe Meyran, ha valorado que el 9 de mayo, día de Europa, tenga lugar la presentación de la “primera inversión de la descarbonización” de la empresa en el continente.
Meyran ha valorado que los óptimos resultados de las plantas asturianas hayan permitido “convencer” al grupo de la “fortaleza de Asturias” para llevar a cabo una inversión que sirve para “asegurar el futuro” por muchos años de la factoría en la región.
El consejero delegado de ArcelorMittal Europa-Productos Largos, Sanjay Samaddar, ha valorado que se haya hecho tangible un equipamiento que ha requerido de “miles de horas de trabajo”.
Ha insistido en que se trata de un proyecto “preparado para su ejecución”, que permite que el acero se produzca “sin presencia de personal en la instalación”.
El proyecto supone una inversión de 213 millones de euros y posibilitará una reducción de emisiones de CO2 del 35%, lo que sitúa a la división de largos de Asturias en la primera línea de la descarbonización en Europa.
ArcelorMittal suscribió a finales del pasado año un contrato con la empresa de ingeniería industrial Sarralle para la construcción del nuevo horno, que tendrá una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas.
Una vez que la instalación esté operativa, la planta de Gijón estará en disposición de producir acero con bajas emisiones de carbono, destinado al sector de productos largos y, más concretamente, a la fabricación de carril y alambrón. EFE
