Oviedo (EFE).- El pleno del Ayuntamiento de Oviedo ha aprobado este martes, de forma definitiva y sin votos en contra, el convenio de la fábrica de armas de La Vega, de modo que ya solo queda pendiente la ratificación del documento por parte del Principado y del Ministerio de Defensa, para poder desarrollar los futuros usos de esta instalación.
En principio, el apoyo tanto del Gobierno regional como de Defensa está garantizado, ya que estas dos administraciones, junto al propio ayuntamiento, firmaron en julio de 2022 un protocolo inicial, que ha sido la base para el convenio que se ha aprobado finalmente.
Con el apoyo de los ediles del PP, PSOE e IU-Convocatoria por Oviedo, y la abstención de los de Vox, el pleno ha dado luz verde al convenio de La Vega, que ya había sido aprobado la semana pasada por la Comisión de Urbanismo con la incorporación de parte de las alegaciones presentadas, que ascendieron a más de 800.
El futuro de La Vega estará condicionado, además de por el convenio, por una planificación sobre los distintos usos que va a tener el recinto, que será desarrollado más adelante por los grupos municipales, una vez que Defensa, Principado y el equipo de gobierno ovetense firmen el mencionado documento, lo que dará por cerrado un proceso de casi dos años.
El convenio contempla crear más de 20.000 metros cuadrados de nuevas zonas verdes, desarrollar un polo para el desarrollo económico empresarial o habilitar hasta 100.000 metros cuadrados de uso residencial, a la vez que contribuirá a conservar el patrimonio, como la iglesia prerrománica San Julián de los Prados, según ha detallado el concejal de Urbanismo, Ignacio Cuesta.
El plan actualizado para la antigua fábrica de armas contiene varios cambios respecto al protocolo, introducidos durante el proceso de aprobación, que según el portavoz del grupo socialista, Carlos Fernández Llaneza, suponen cambios «significativos» con el proyecto inicial.
Uno de los principales, y que ha significado un punto de discordancia entre el PP y el PSOE, es por donde discurrirá finalmente el acceso hasta Oviedo, una cuestión que el convenio deja en manos de un estudio posterior pero que, los populares plantean que se lleve a cabo por el interior del recinto, por la nave de cañones, mientras que los socialistas defienden que se hagan paralelo al muro.
Otro de los cambios más destacados ha sido la superficie que se utilizará para construir viviendas ya, que, aunque mantiene los 100.000 metros contemplados desde el principio, el documento abre la puerta a que parte de la superficie edificable se proyecte fuera de La Vega, y establece que la totalidad de los pisos sean públicos, frene al 30 por ciento que se barajaba inicialmente.
Las modificaciones también han alcanzado al denominado proyecto de ‘torre Asturias’, edificio de unas veinticinco plantas y que ha sido descartado por la falta de consenso político y social.
Proceso ilusionante
Para el PP, esta votación no es el fin de nada, sino el comienzo de un «proceso histórico», ha valorado Cuesta, quien ha destacado el papel de las administraciones de «distinto signo político» y, en concreto, el papel en el acuerdo del presidente del Principado, Adrían Barbón, del presidente de la Junta, Juan Cofiño, o de la ministra de Defensa, Margarita Robes, premiada con la medalla de oro de la ciudad.
El grupo socialista, por su parte, ha señalado que el futuro de La Vega será «lo que quieran los ovetenses que sean», ya que el documento aprobado, a juicio de Llaneza, «no impone ningún resultado final».
Por tanto, el portavoz del PSOE se ha mostrado «satisfecho» por el acuerdo, y ha revindicado la acción de la ciudadanía y de su grupo en los cambios introducidos en el convenio, que permitirán a la fábrica ser un eje «central y vanguardista» de la capital del Principado.
«Esto es una votación histórica con un consenso político amplio», ha señalado el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, a la vez que ha reclamado que La Vega sea «clave en la reactivación» de la industria biotecnológica de la zona y en la «integración de los barrios» del entorno, con equipamientos y servicios públicos.
Por último, Vox, único grupo que no ha votado a favor, ha defendido la abstención de sus tres ediles porque el convenio «no es el deseado» por la ciudadanía, y, al igual que los socialistas, han manifestado su rechazo a que el vial se ubique dentro de la fábrica, ya que «destroza y segrega el conjunto patrimonial en dos», según su portavoz municipal, Sonsoles Peralta.
La Vega «no se vende»
Por otra parte, la plataforma vecinal Salvemos La Vega ha mostrado durante este pleno ordinario su rechazo al documento firmado sobre La Vega, con una manifestación en la plaza del consistorio e, incluso, con algunos gritos tras la intervención de Cuesta, en los que pedían «defender» el valor patrimonial de la fábrica de armas.
Uno de los integrantes de la plataforma, Andrés García, ha criticado todo el proceso de la aprobación del convenio de La Vega, que ha calificado de «bastante oscuro», por lo que ha pedido que Icomos, asociación civil vinculada a Unesco y dedicada a la protección del patrimonio, participe en los futuros estudios arqueológicos que el ayuntamiento ha anunciado que va a elaborar.
