Vista del parque de Moreda, en Gijón, este martes, cubierto de hojas secas. EFE/ Juan González

La Aemet prevé un otoño cálido y seco tras un verano muy cálido en Asturias

Oviedo (EFE).- Asturias afronta un otoño cálido y seco después de haber pasado un verano «extremadamente cálido», según la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El delegado de Aemet en Asturias, Ángel J. Gómez, ha ofrecido este miércoles una rueda de prensa en la que ha detallado que hay un 70% de probabilidades de que el otoño sea más cálido de lo normal en la comunidad, un 20% de que se sitúe en las temperaturas promedio y un 10% de que sea frío.

Con respecto a las precipitaciones, el escenario «seco» es el más probable, con un 45% de posibilidades de producirse, frente al normal y el humedo, con un 35% y un 20% de probabilidades respectivamente.

Gómez ha realizado también un balance climático del verano, que ha definido como «extremadamente cálido», con las temperaturas más altas registradas en el periodo 1961-2025, y «muy seco», al haberse recogido unas precipitaciones un 53% inferiores al promedio en el periodo 1991-2005.

Según ha afirmado, junio fue el mes que más destacó, siendo «extremadamente cálido» y registrando una temperatura 2,9 grados mayor de lo normal en el periodo 1991-2020, mientras que el día 15 de agosto «se batieron muchos récords de temperaturas», en estaciones como Mieres-Baiña (43,1º), Oviedo (41,2º) y Amieva-Panizales (41,1º).

Las temperaturas de ese día, en medio de una ola de calor que afectó a toda España entre el 3 y el 18 de agosto, se debieron a una «dorsal muy persistente» combinada con una «masa de aire sahariano» que fue forzado a descender desde la Cordillera Cantábrica con el viento del sur.

Con respecto a las precipitaciones, la sequía ha afectado con mayor incidencia en la zona suroccidental, donde el clima ha sido «extremadamente seco», y especialmente en el mes de agosto, cuando el déficit hídrico con respecto al periodo 1991-2005 se situó en el 64%.

Según ha afirmado el delegado de la Aemet, estas circunstancias han favorecido los incendios que han afectado a Asturias, especialmente en el Suroccidente, debido a que la sequedad de la vegetación y las altas temperaturas son factores de propagación de las llamas.

En el año hidrológico en curso (octubre 2024 a agosto 2025) la precipitación ha sido un 20% menor de lo normal en Asturias para el periodo de referencia 1991-2020, por lo que su carácter es «muy seco».

El índice de precipitación estandarizado, con un -1,24 en lo que va de año, indica que Asturias está en situación de ligera sequía, mientras que en los últimos dos años no se considera que el Principado esté en sequía (0,97) y, si se toman como referencia los últimos 36 meses, el estado de la comunidad es de sequía (-1,65). EFE