Oviedo (EFE).- El exnarcotraficante gallego Laureano Oubiña ha negado este martes haber formado parte de una red de tráfico de cocaína a gran escala en Asturias, en la primera jornada de un juicio en el que están acusadas 22 personas, de las cuales 18 han reconocido los hechos y han aceptado penas individuales de entre dos y cuatro años y nueve meses de cárcel.
“No tengo nada que ver con todo esto”, ha dicho Oubiña en la Audiencia Provincial de Oviedo donde hoy ha dado arranque el juicio por unos hechos cometidos en 2017, que la Fiscalía ha considerado constitutivos de los delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y por blanqueo de capitales.
En su testimonio ante la sala, Oubiña ha atribuido su vinculación al sumario por la investigación de la Guardia Civil, al haber mantenido tres encuentros y algunas llamadas telefónicas con uno de los acusados, que se había desplazado a Galicia para pedirle ayuda para un familiar que estaba en la cárcel.
La Fiscalía, que inicialmente pedía penas individuales de entre los tres años y medio y los dieciséis años de prisión y multa de 688.000 euros, ha aceptado rebajarlas a una horquilla de entre 2 y 4 años y nueve meses, por las demoras del procedimiento, que data del 2017, y a la situación de los procesados, que no han cometido delitos desde esa fecha, están en tratamientos de desintoxicación y tienen trabajo y familias.
En la operación se interceptó cocaína -por valor de casi 200.000 euros-, resina de cannabis, heroína, dinero en efectivo y armas en perfecto estado y funcionamiento, además de anotaciones contables que reflejan grandes movimientos de adquisición de drogas para su posterior distribución.
Una estructura perfectamente definida
El Ministerio Fiscal sostiene que, desde al menos julio de 2017, cinco de los procesados formaban parte de una organización que se dedicaba al tráfico de drogas en Asturias, principalmente de cocaína y lo hacían de forma jerárquicamente ordenada, con una estructura y funciones perfectamente definidas y mantenidas en el tiempo.
Según su escrito de acusación, los procesados tuvieron a su disposición medios materiales y económicos relevantes con los que llevar a cabo su actividad ilícita, lo que les permitió, además, adoptar importantes medidas de seguridad, como armas de fuego municionadas, uso de vehículos a nombre de terceros, distribución de estupefacientes en grandes cantidades y obtener así importantes beneficios económicos.
El 8 de noviembre de 2017, fue interceptado en la Autovía del Cantábrico, a la altura de La Caridad (El Franco), un vehículo de la organización en el que se encontraron, bajo el tapizado, cuatro paquetes plastificados de cocaína que arrojaron un peso de 4,1 kilos con una riqueza del 78,5 por ciento, droga valorada en casi 165.000 euros.
Además de esta droga, en los diversos registros practicados durante la operación se aprehendió cocaína por valor superior a los 27.000 euros, junto con resina de cannabis, heroína, dinero en efectivo y armas en perfecto estado y funcionamiento, entre otros muchos efectos. EFE