Oviedo (EFE).- Los restos del histórico dirigente socialista asturiano José Barreiro reposan desde este sábado en el cementerio de Sama, en Langreo, su localidad natal, tras ser exhumados esta semana en Chaum, en Francia, donde vivió años en el exilio.
En el año del cincuenta aniversario del fallecimiento de Barreiro en Toulouse, la exhumación de los restos de Barreiro, su esposa Felicidad y sus hijos Alfaradí y Milena se llevaron a cabo el lunes y su repatriación ha sido coordinada por la fundación que lleva su nombre, la Federación Socialista Asturiana, las Juventudes Socialistas de Asturias y la Unión General de Trabajadores.
Numerosos dirigentes, entre ellos el presidente del Principado y secretario general de los socialistas asturianos, Adrián Barbón, y el líder de UGT, Pepe Álvarez, han acudido hoy al cementerio de Sama donde los restos de Barreiro y su familia han recibido sepultura.
Posteriormente, se ha celebrado un acto de homenaje al histórico maestro, minero y dirigente del socialismo asturiano, que intervino activamente en los acontecimientos revolucionarios de octubre de 1934 y que falleció a los 67 años víctima de una larga enfermedad, contraída a comienzos del exilio en Francia como consecuencia del trabajo en las minas pirenaicas.
Ejemplo de «dignidad»
Barbón ha asegurado que Barreiro ha sido «uno de los grandes del socialismo español», un hombre que «nunca se rindió frente a la barbarie», fue ejemplo de «compromiso, dignidad y humanismo» y sus «palabras y enseñanzas siguen vivas y vigentes».
«La Asturias democrática y pacífica que soñaste te recibe hoy con todos los honores, orgullosa de tu lucha y tu legado», ha subrayado el presidente autonómico.
En su intervención, ha puesto en valor su figura en un momento en que avanza «el odio, el fanatismo y la guerra y su horror», ante lo que la sociedad no puede permanecer «indiferente».
Un acto que «llega tarde»
Por su parte, el líder de UGT, Pepe Álvarez, ha destacado que «por fin» los restos de Barreiro descansan ya en su localidad natal, aunque ha considerado que el acto «llega tarde».
«Parece mentira que, cincuenta años después de la muerte del dictador, todavía estemos en estas circunstancias», ha advertido el dirigente sindical, quien ha lamentado que «todavía hoy cueste poder hacer estos actos de reconocimiento y de concordia».
Tras ensalzar al histórico socialista como un hombre que promovió toda su vida «la honestidad y la solidaridad», ha asegurado que «pocas organizaciones», como el PSOE y UGT, han mantenido «sus siglas y pueden reconocer con toda dignidad y orgullo» su historia, a pesar de las dificultades.
Frente a ello, ha situado a una «derecha y ultraderecha» que han tenido que «cambiar sus siglas» en los últimos años, porque «no resisten al paso del tiempo».
«No resisten a la mentira, al engaño. No resisten a lo que son: corruptos, vividores y que solo piensan en sí mismos y no piensan en el bien común», ha apuntado.
Por último, el presidente de la Fundación José Barreiro, Jesús Sanjurjo, ha celebrado que la inhumación de los restos salda una «deuda» con el «maestro de Sama», que «ya está en su casa».
«Hoy es un día grande para los que sentimos que una vida dedicada a la buena política merece la pena», ha manifestado. EFE
