Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El 60 % de los 1.155 estudiantes de entre 14 y 18 años que participaron en un estudio voluntario y anónimo de ‘Salud emocional en el alumnado adolescente de Gran Canaria’ aseguraron sufrir estrés, ansiedad, trastornos del sueño, estados depresivos y desórdenes alimentarios.
Las conclusiones de este estudio, encargado por la Fundación DISA al Instituto Interdisciplinar de Resolución de Conflictos (Redeco), cuyo director, Raúl Saavedra, las ha presentado este jueves a la prensa y a educadores y profesionales de los servicios sociales de ayuntamientos, el Cabildo y la Consejería regional de Educación.
Saavedra ha referido, entre otros datos, que el 12 % de los jóvenes declaró recibir asistencia psicológica o psiquiátrica y el 17 % consideró que la necesitaba pero no la recibía, una cuestión en la que ha incidido por la dificultad para acceder a profesionales de salud mental, no solo en la sanidad pública debido a las listas de espera, sino también en la privada.
Así mismo, ha indicado que el 14 % de los estudiantes ha reconocido que toma medicación por este tipo de afectaciones.
Otra cuestión que ha recalcado es el que el 66 % manifestó que en algún momento ha pensado que su vida no tiene sentido, un dato que, a su juicio, se debe valorar con “cautela”, por tratarse de jóvenes y adolescentes, ya que es normal que puedan tener esos pensamientos, si bien ha incidido en el hecho de que el 19 % dijo que lo había tenido presente durante meses o años.
Un 28 % del alumnado señaló que se había autolesionado, en un porcentaje mayoritario en una ocasión y en varias ocasiones o con bastante frecuencia de forma minoritaria, mientras que el 31 % ha pensado en la idea del suicidio y el 13 % ha tenido intentos.
El trabajo se ha desarrollado a partir de los talleres que Redeco junto a la Fundación DISA impartió en 28 centros educativos de Gran Canaria, entre los meses de abril y octubre del curso pasado (100 horas), englobados en el proyecto ‘Camino hacia el bienestar emocional’, y en el que participaron 1.600 alumnos, de los cuales 1.155 fueron los que aceptaron formar parte del estudio.
Saavedra ha destacado el hecho de que un 94 % de los estudiantes que asistieron a los talleres haya considerado “muy importante” que continúen este tipo de iniciativas en los centros educativos, y ha avanzado que durante este curso se volverán a impartir en 35 centros educativos de la isla y el número de horas se elevará a 140.
La directora de la Fundación DISA, Sara Mateos, ha explicado que el objetivo de estos talleres es facilitar habilidades y herramientas para favorecer la gestión emocional e intentar entender, a la vez que conocer, la situación de los jóvenes para poder tomar las medidas necesarias para minimizar este tipo de problemas.
“A DISA lo que más preocupaba era disponer de información rigurosa y objetiva para poder poner en marcha proyectos que, aunque nunca podrán paliar esta situación preocupante, ayuden a afrontarla desde el optimismo y con programas útiles para los jóvenes”, ha señalado Mateos.
Saavedra ha alertado de que el “panorama es preocupante”, pero ha hecho hincapié en que debe gestionarse desde el optimismo y fortalecer las alianzas entre las administraciones y entidades privadas para dar respuesta a la situación, con una visión proactiva para que desde los centros educativos se pueda favorecer la salud mental.
Ha apuntado que el estudio llevado a cabo puede ser la primera muestra de estas características que se efectúa en cetros de Gran Canaria y ha insistido en que refleja una situación “en cierta medida preocupante” por la cantidad de alumnos que refieren padecer problemas salud mental o emocional.
Los problemas que originan estas afecciones son multifactoriales, pero ha recalcado que no son exclusivas de la población infantojuvenil, ya que también los sufre la población adulta porque “vivimos en una sociedad con muchas exigencias y demasiadas presiones sociales y factores que están incidiendo en su salud”. EFE
