La floración de la primavera dispara los casos de alergia. Imagen de la ciudad de Sevilla. EFE/Jose Manuel Vidal/Archivo

Los alergólogos avisan: Hacen falta más especialistas y más formación en las universidades

Concha Tejerina | València (EFE).- Los alergólogos estiman que en el año 2050 la mitad de la población tendrá algún tipo de alergia, un problema de salud pública que está «creciendo muchísimo» y para el que es «insuficiente» tanto la cifra actual de especialistas como la formación en alergología en las universidades españolas.

Así lo asegura en una entrevista con la EFE la presidenta de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica (AVAIC), Carmen Andreu, quien pide «no banalizar» ni «quitar importancia» a una alergia, porque aunque en la mayoría de los pacientes es leve, puede llegar a ser grave.

Cifra insuficiente de especialistas en alergología

Según Andreu, en la actualidad casi un tercio de las personas tiene alguna alergia, aunque la cifra está «creciendo muchísimo» y se prevé que para que año 2050 un 50 % de la población tenga algún tipo de alergia, lo que puede llegar a ser un problema de salud pública preocupante.

Ante esta situación, considera que la cifra actual de alergólogos «no es suficiente», ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que haya uno por cada 50.000 habitantes, y «en muchos sitios no cumplimos esas ratios», añade la especialista.

También precisa que ese ratio es una recomendaciones de hace «muchísimos años» porque ahora no solo hay más alérgicos, sino que las alergias «son más complicadas y tenemos personas que son alérgicas a muchas cosas».

Según Andreu, es lo que los especialistas llaman la «marcha alérgica», niños que empiezan con problemas en la piel, con dermatitis atópica, y posteriormente empiezan a tener alergias a alimentos y, después, alergias medioambientales.

Además, añade, cada vez hay más pacientes polialérgicos, aquellos que reaccionan a múltiples alérgenos, a los que «a lo mejor tenemos que hacer un seguimiento toda la vida», añade la presidenta de la AVAEC, quien advierte: «Si tenemos más alérgicos y más complicados, necesitamos más alergólogos».

Polen causante de la alergia primaveral, un problema que sufren el 15 por ciento de la población española, casi ocho millones de personas. EFE/MANUEL H. DE LEON/Archivo

Falta de formación en las universidades

Destaca que los médicos de Atención Primaria son «fundamentales» para identificar a pacientes con alergias y que los remitan a los especialistas alergólogos para, posteriormente, apoyarse ambos en el control de la persona enferma.

A su juicio, otro problema es que hay «muy poca formación en alergología en las universidades españolas» y a pesar de que en España hay especialistas, ya que en otros países ni siquiera existe como especialidad, «en muy pocas universidades, sobre todo en las públicas, se da como asignatura».

«Si nuestros médicos no se forman en estas enfermedades, a lo mejor no van a tener suficiente criterio para derivarnos a los pacientes. Por eso necesitamos más alergólogos y más formación en las universidades para todos los médicos», ha insistido para añadir que la Sociedad Española de Alergología «trabaja para intentar que sea una asignatura obligatoria».

Las alergias ya no son estacionales

Las precipitaciones registradas durante los últimos meses han sido «negativas» para los alérgicos al polen, ya que aunque la lluvia ha limpiado el ambiente de la contaminación, también ha causado que las malas hierbas y matorrales que suelen dar alergia hayan crecido justo antes de la primavera, lo que ha producido «una explosión de polen y los pacientes lo han notado mucho».

Preguntada por si el cambio climático supone un antes y un después en el tipo de alergias y su gravedad, asegura que todavía no tienen suficiente información al respecto. «Sin cambio climático también irían evolucionando por nuestra genética y nuestra alimentación, pero seguro que acelera ese proceso», indica.

Carmen Andreu considera que hay que «desterrar» la idea de las «alergias primaverales» porque éstas ya no son estacionales, se alargan en el tiempo y hay de distintos tipos.

Aunque muchas veces debutan en la infancia, una persona puede ser alérgica a cualquier edad, afirma Andreu, que añade que cada vez es menor la cifra de casos que llegan a ser graves gracias a los tratamientos actuales y a las vacunas.

«Hay que desterrar el concepto de que hay que estar muy mal para vacunarte; al contrario, hay que vacunarse para no estar muy mal para prevenir».

Explica que tras la dana de octubre consultó con biólogos que midieron los niveles ambientales de la zonas afectadas, donde se acumuló gran cantidad de barro, «y no parece que haya afectado mucho» a nivel alérgico a la población. «Tristemente, sirvió para arrastrar y eliminar las malas hierbas que dan alergia», señala.

Una abeja liba sobre una botonera (Santolina rosmarinifolia). EFE/ Annaïs Pascual/Archivo

Alergias en verano

Ante la llegada del verano, advierte de las dermatitis de contacto que pueden producirse por algunos bronceadores, aunque matiza que son cada vez menos porque las empresas de cosmética van eliminando las sustancias que producen alergias; por los alimentos, porque se vigila menos lo que se come, o por las picaduras de abeja o avispas, que incluso pueden llegar a ser mortales.

En este último caso, indica que para las personas alérgicas a estos insectos hay vacunas muy eficaces y más del 95 % de los que la reciben se llegan a curar, aunque el problema está en aquellas que desconocen tener este problema y reciben la picadura sin poder tener acceso a la medicación.

Respecto a si la incidencia de alergias en la Comunitat Valenciana es mayor o menos que en otra autonomías , indica que es «muy similar», aunque al estar cerca de la costa hay más alérgicos a los ácaros y al polen.

Por último, aconseja a los ciudadanos que visiten la página web de la Asociación (https://avaic.es/), donde se puede consultar aspectos como el nivel de polen que hay en el ambiente o qué hacer para no sufrir la picadura de una avispa o abeja, entre otros.