Santander (EFE).- La cantante y actriz Paloma San Basilio afronta un nuevo reto en su carrera, convertirse en Dulcinea «al otro lado del espejo» en una obra escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio.
En ella, San Basilio canta e interpreta textos de Cervantes y reivindica la vuelta a lo esencial frente al ruido del mundo de hoy.
«Dulcinea» levantará el telón en el Palacio de Festivales de Cantabria y por delante tiene una gira de dos años.
L artista dijo sí sin haber leído siquiera el texto, ha confesado en la presentación del espectáculo.
«Con Juan Carlos no es que me haya tirado a la piscina sin agua. Había muchísima agua y me encanta nadar», ha dicho la cantante.
También se ha embarcado en este nueva aventura junto al director musical Julio Awad, con quien lleva colaborando 25 años.
Nuevas canciones
Awad ha escrito nuevas canciones para esta «Dulcinea» en un viaje musical que comienza en el jazz y acaba en el pop.
Hay un tema compuesto por la hija de la cantante, Ivana Gómez San Basilio
También la obra ha sido un desafío para Awad, porque todas las letras de las canciones son textos de Cervantes, ha explicado el compositor.

Juan Carlos Rubio llevaba diez años dándole vueltas a un proyecto con la cantante hasta que hace un año vio una grabación de «El hombre de La Mancha», el musical en el que la artista interpretó a Aldonza junto a José Sacristán, y entonces supo que quería darle voz a «Dulcinea».
Un cumpleaños en escena
Este sábado, cuando protagonice su segunda función en Santander, Paloma San Basilio celebrará su 75 años, sintiéndose «como un ser en formación y en remodelación constante».
«Después de tres cuartos se siglo, que se dice pronto, es que no me pesa nada, siento que los años han sido como un aire que me ha permitido seguir volando durante todo este tiempo», ha afirmado.
Y sigue a la búsqueda de nuevos retos.
Y ello porque no se conforma con lo que ya ha hecho, convencida de que hay que tener «la valentía, la ilusión, la inocencia para buscar tus límites y seguir avanzando en el proceso creativo».
De la mano de Juan Carlos Rubio, se convierte en una «Dulcinea» que viaja «al otro lado del espejo», como la Alicia de Lewis Carroll.
Mujer «de carne y hueso»
Es un personaje que describe como «una mujer de carne y hueso, que habla con su propia voz», que reivindica «su derecho a sentir» aunque a veces se presta al juego de la mujer ideal con la que soñaba don Quijote.
Pero, sobre todo, destaca que en la función «todo es muy de verdad, muy desnudo».
Y defiende la vuelta a la esencia en un mundo «en el que parece que necesitamos estar rodeados de tantas cosas, de tanto ruido».
También cree que son necesarios «más quijotes, más quijotas y más quijotos» que sientan que se pueden hacer mejor las cosas y que el individuo tiene una responsabilidad colectiva.
Paloma San Basilio, que protagonizó éxitos del musical en los ochenta y los noventa antes del boom de la Gran Vía ha confesado también que si no hubiera hecho «Evita», el primero, hoy no estaría en el mundo del espectáculo. «Fue mi tabla de salvación, a partir del musical descubrí lo que soy».