El poblado calcolítico recreado entre pinos y palmitos

Álvaro Vega I Posadas (Córdoba), (EFE).-La Sierrezuela de Posadas contará con la recreación de un poblado calcolítico, datado entre hace 3.500 y 4.000 años, encajado entre 32 pinos y 90 palmitos. Flora que necesariamente había que respetar por ubicarse en un parque periurbano, una figura de protección medioambiental de los espacios naturales andaluces.

El óvalo fortificado que forma la decena de cabañas que articula el poblado ha encajado, “casualmente”, en los espacios libres que han dejado los 122 ejemplares. Se logró tras topografiar “el recinto para colocar las cabañas en los sitios estratégicos donde no dañaran ningún palmito”, señala a Efe Alejandro Galán, el arquitecto responsable del proyecto.

Porque el palmito, la única palmera autóctona continental europea, es una especie protegida que no se puede arrancar sin una autorización de la Junta de Andalucía. Para hacer compatible la ubicación del poblado en el espacio natural protegido hubo que geolocalizar cada planta para hacer un plano y ubicar el poblado.

“Era necesario un buen plano topográfico para optimizar el proyecto y hemos conseguido encajar un óvalo moviéndolo”, precisa.

El poblado genuino, cercano al Guadalquivir

Galán explica que el poblado genuino estaría ubicado, y así parece apuntarlo algunos indicios recientes, en las cercanías del río Guadalquivir, y no en la elevación que supone la Sierrezuela, en el término municipal de Posadas (Córdoba), a cuyo Ayuntamiento corresponde la iniciativa de la recreación, a 315 metros sobre el nivel del mar.

Alejandro Galán, director y arqueólogo del poblado, posa en el yacimiento arqueológico en la localidad cordobesa de Posadas, una de las primeras estribaciones del sur de Sierra Morena formada por materiales calizos del Carbonífer. EFE/ Rafa Alcaide.

La localización en ese lugar se debe a “cuestiones logísticas”, ya que se encuentra cerca de ‘Posadas aventura’, un parque de aventuras, y del área recreativa del parque periurbano, todo ello sobre terreno de propiedad municipal.

La recreación del poblado calcolítico se sitúa, además, en las proximidades de los dos dólmenes del Calcolítico puestos en valor en la Sierrezuela, una zona donde los arqueólogos apuntan la existencia de otros enterramientos de la Prehistoria. Alejandro Galán no tiene duda de que se trata “desde tiempos inmemoriales de un lugar sagrado”.

La reproducción del poblado forma parte del parque de la prehistoria que persigue, señala el arquitecto, “poner en valor toda la actividad que hubo en esa época”. Todo, mediante el diseño de “un poblado de la época, modesto, no es fortificado con murallas y torreones, sino con una protección hecha a base de una empalizada de madera”.

El hormigón, único material prefabricado

En la construcción de las cabañas del poblado calcolítico “el único material que estamos utilizando prefabricado es el bloque de hormigón aligerado”, afirma el responsable del proyecto, “el resto son de la zona”.

Se están probando las cubiertas de las cabañas con retama de Villamanrique de la Condesa y el Rocío (Huelva). “La retama no va mal, se ha probado con agua a presión, mientras más pendiente tengas, más rápido elimina”, señala Galán, mientras que para las vigas se está utilizando eucalipto y castaño.

Los embarrados de las cabañas se están haciendo simulando el tapial o la arcilla, usando cal, paja y limo y “las cimentaciones se han hecho de manera superficial para que no dejen huella de ningún tipo si hay que desmontar el día de mañana”.

Un cuadrante solar megalítico

La aldea, que dispondrá de un espacio ceremonial en su zona principal, tendrá dos cabañas con hornos, uno de alfarería y otro de fundición para que se vea la época del vaso campaniforme y la de la edad de los metales, del cobre.

También cuenta con otra choza destinada al secado y curtido de pieles, una con un corral anexo para el ordeño de ganado y una se dejará a medio construir “para mostrar su sección constructiva en vivo”.

Finalmente, las cinco restantes se utilizarán para talleres y dar la oportunidad de pernoctar en el poblado calcolítico a todo tipo de colectivos.

Alejandro Galán, director y arqueólogo del poblado, junto a una de las construcciones en el yacimiento arqueológico en la localidad cordobesa de Posadas. EFE/ Rafa Alcaide.

Además, habrá un cuadrante solar cuatro megalítico que “marcará las efemérides propias del Calcolítico”, cuatro arqueódromos, y una galería de tiro con arco. También con un rocódromo donde se van a poder hacer diferentes tipos de pinturas con óxidos y, simulados con roca artificial en la entrada. Además, tendrá dos menhires grandes y una tumba corredor, imitando el dolmen I, que se descubrió en 1990, “para que se pueda entrar y tocar”.

El poblado calcolítico “va a ser un parque de tocar, de interactuar con el medio en todos los aspectos”, subraya el responsable de su diseño, inmerso en el respeto a la naturaleza en un espacio donde, pese a su alta concentración de palmitos, no es “atípica”. “Es lo normal que deberíamos encontrar en las sierras de baja altitud, en la vega y la campiña de la provincia de Córdoba”, especifica a Efe Rafael Tamajón, miembro de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural.

La única palmera autóctona continental europea

La única palmera autóctona continental europea, el palmito del que hubo que pedir autorización a la Junta de Andalucía para trasplantar dos ejemplares durante la intervención en el dolmen II, “es muy frecuente en otras sierras, como la de Hornachuelos”.

Además, es “abundante en estas zonas porque es una especie indicadora del piso termo-mediterráneo y también es una indicadora climática de zonas cálidas y, sobre todo, de que hay pocas heladas”. EFE

Edición Web: Luis Ortega