Veteranos de la Guardia Civil se están organizando para ofrecer al cuerpo su experiencia y conocimiento. En la imagen, Carlos Camacho (d), miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural de Veteranos de la Guardia Civil de Córdoba y José Cabello, presidente de la Asociación. EFE/Rafa Alcaide

Los veteranos se organizan y ofrecen su experiencia a la Guardia Civil

Córdoba, (EFE).- Los veteranos de la Guardia Civil se están organizando para ofrecer al cuerpo su experiencia y conocimiento, unos activos que consideran desaprovechados de un colectivo que mantiene jubilados a más de 42.000 personas en el conjunto de España, más alrededor de otros 10.000 que se encuentran en el paso previo, el de la reserva.

El último fin de semana de marzo se reunirán en Córdoba unos trescientos veteranos a iniciativa de la Asociación Cultural de Veteranos de la Guardia Civil de Córdoba, una de las cuatro asociaciones provinciales que existen en España, aunque la única que solo integra a miembros del Instituto armado.

Carlos Camacho, miembro de la junta directiva de la entidad y uno de los responsables de la organización del encuentro, ha señalado a EFE que “el veterano en la Guardia Civil, como en cualquier otro colectivo profesional con una determinada formación, es un recurso desaprovechado, es un recurso barato, en la mayoría de los casos, el guardia civil solo quiere mantener activa su mente, prolongar un poco su vida profesional, y transmitir todo lo que ha aprendido”.

Experiencia y conocimientos desaprovechados

“Esa experiencia y esos conocimientos que ya tiene profesionalmente se están desaprovechando cuando podríamos ser embajadores para la propia institución y usar ese conocimiento para transmitirlo a los jóvenes o cualquier otro tipo de actividad”, subrayó.

Entre las funciones que podría ejercer este colectivo están, “como ejemplo simplista, charlas sobre la prevención de droga o la violencia de género”, señala Camacho.

veteranos Guardia Civil
Veteranos de la Guardia Civil se están organizando para ofrecer al cuerpo su experiencia y conocimiento, unos activos que consideran desaprovechados en un colectivo que mantiene en la jubilación a más de 42.000 personas en el conjunto de España. EFE/Rafa Alcaide

Una Orden General de la Dirección General de la Guardia Civil de julio pasado regula la relación institucional con el personal retirado y le reconoce el derecho a “mantener, si así lo desea, una especial vinculación con la institución mediante su adscripción con carácter honorífico a la unidad que elija”.

La disposición se basa en que “es preciso iniciar un proceso de institucionalización de la relación, buscando un tratamiento homogéneo para el conjunto del colectivo, que establezca las herramientas necesarias para favorecer su vinculación con el Cuerpo, con el objetivo puesto en mitigar la eventual sensación de abandono institucional y contribuir al crecimiento personal de estos hombres y mujeres”.

Servicio con entereza y entrega

Para Carlos Camacho, “desde que entramos en la Guardia Civil hemos servido con una entereza, una entrega y una satisfacción tremenda al pueblo”.

El presidente de la Asociación Cultural de Veteranos de la Guardia Civil, José Cabello, que ha estado destinado en la Comandancia de Córdoba de 1968 hasta su jubilación, ha vivido cómo “muchísimas personas fuera de servicio” estaban en sus instalaciones y cómo se va perdiendo.

Hace tres años, el entonces jefe de la Comandancia, el hoy general Juan Carretero, destinado en el Estado Mayor, le animó a crear la asociación.

Cabello argumenta que, cuando un guardia civil se jubila, se encuentra en “un mundo extraño porque no está acostumbrado” al nuevo entorno social, generalmente desplazado a una ciudad de la que es oriundo, pero donde no ha desarrollado su vida profesional.

En Córdoba hay aproximadamente unos 1.200 retirados de la Guardia Civil, de los que dos centenares forman parte de la asociación.

Para Carlos Camacho, “ha sido una preocupación constante en todos los retirados desde hace muchísimos años porque hasta el día de hoy el guardia civil, una vez que se retiraba, se olvidaba un poco de su proyección, de su actividad fuera del cuerpo, y a partir de que se crea esta asociación y empezamos a ver que estamos diseminados”.

Mayor expectativa de vida y más inactividad

Al igual que Cabello, Camacho opina que “el guardia civil una vez que regresa a su lugar de origen se encuentra fuera de lugar, ha perdido su raíces y sus amistades y se encuentran, sobre todo en zonas como Andalucía o Galicia, comunidades típicamente de emigrantes, bastante solos y aislados”.

Además, añade, “se da también la variable de que se ha aumentado la expectativa de vida y entonces son muchos años los que el guardia civil retirado permanece sin actividad y sin nada que pueda llenar su vida”.

De ahí partió la iniciativa de intentar organizar al colectivo, algo “muy difícil porque estamos hablando de más de 42.000 miembros retirados entre hombres y mujeres”, pero que ahora se intenta articular a partir del encuentro de Córdoba, los días 25 y 26 de marzo, que “ha generado una ilusión extraordinaria en la inmensa mayoría de los compañeros que ya al día de hoy están apuntados para venir”.

La perspectiva es crear organizaciones provinciales al estilo de la asociación constituida en Córdoba y, más tarde, una coordinadora que sirva para impulsar esa transmisión de experiencia y conocimiento que se persigue, tanto a la sociedad como a los actuales integrantes del instituto armado. EFE