Pepe Cobo, consultor de arte y ex galerista que en los últimos cuatro años se ha encargado del proceso de selección del cartel de la feria taurina de Sevilla, posa en la Puerta del Príncipe de la plaza de toros de La Real Maestranza. EFE/ Raúl Caro

El cartel taurino, pincelada vanguardista de la Real Maestranza

Alfredo Valenzuela I Sevilla, (EFE).- El cartel taurino, pincelada vanguardista de la Maestranza. La antigua y aristocrática Real Maestranza de Caballería ha logrado compaginar su abolengo con la creación de una de las colecciones de pintura de mayor contemporaneidad, la de sus carteles taurinos de los últimos 30 años -a la que se ha añadido Norman Foster- que hacen de esta serie “una colección de arte única en el mundo”.

Así lo ha afirmado en declaraciones a EFE Pepe Cobo, consultor de arte y exgalerista que en los últimos cuatro años se ha encargado del proceso de selección del cartel de la feria taurina de Sevilla, al que suele acompañar la polémica, como ha sucedido este año con el del arquitecto británico y sucedió el año pasado con el vietnamita Danh Vo, quien reprodujo con una historiada caligrafía el conocido verso de Lorca sobre la hora de las corridas.

Superar el anclaje a la tradición de este tipo de carteles supone que nombres de grandes figuras del arte contemporáneo queden ligadas al mundo del toro y la tauromaquia, como Sicilia, Barceló, Botero, Navarro Baldeweg, Eduardo Arroyo, Julian Schnabell, Albert Oehlen o Carmen Laffón -única mujer de la serie-, y esa es una circunstancia, ha resaltado Cobo, que supone “un apoyo, en estos momentos de debilidad por la reacción animalista” contra la fiesta.

El cartel taurino de la Maestranza, polémica cada año

Esta paradoja de que la última vanguardia viniera al rescate de la tradición más discutida la inició en 1994 el pintor y caballero maestrante Juan Maestre -fallecido en 2006-, quien al convocar para el cartel a artistas contemporáneos de los que se podía esperar cualquier cosa menos un cartel al uso originó también una polémica que se reaviva casi todos los años y que, después de treinta, parece ser ya un capítulo más de la tradición.

Estas obras decoran la Sala de Protocolo de la sede de la Real Maestranza, anexa al coso taurino sevillano, y Cobo ha asegurado que se está valorando la idea de abrirla al público, como un pequeño museo de arte contemporáneo, que también incluiría obras más realistas como las de Ricardo Cadenas y Hernán Cortés.

cartel taurino Maestranza
Pepe Cobo, consultor de arte y ex galerista que en los últimos cuatro años se ha encargado del proceso de selección del cartel taurino de la feria de Sevilla, junto a la Puerta del Príncipe de la plaza de toros de La Real Maestranza. EFE/ Raúl Caro

Creador en los primeros años ochenta de la galería La Máquina Española, que dio a conocer a toda una generación de pintores, Cobo ha añadido el matiz de que, salvo los casos de Barceló y Ricardo Cadenas, quizás ninguno de estos pintores sea aficionado a los toros.

Normalmente Pepe Cobo propone una terna sobre la que se elige finalmente el autor del cartel, aunque no fue así el caso de Norman Foster, que se debió “a una casualidad”, ya que en abril del año pasado, cuando visitó la Maestranza y vio la colección, expresó su deseo de hacer un cartel, momento en el que se le tomó la palabra.

Colección de primer orden

El arquitecto británico, que visitará Sevilla el Domingo de Resurrección para asistir al pregón taurino -a cargo de Santiago Muñoz Machado, presidente de la Real Academia-, está muy vinculado al mundo del arte y es coleccionista, además de coleccionar también automóviles antiguos que han supuesto hitos en la historia del diseño industrial o de la automoción, algunos de los cuales formaron parte de una exposición en el bilbaíno Guggenheim.

Cobo, que conoce a los maestrantes desde sus años escolares, ha asegurado que en la corporación aristocrática no ha habido discusión nunca sobre la oportunidad de esta colección, y ha añadido que la cuestión de si el cartel gusta o no gusta es algo tremendamente superficial, cuando lo que se persigue es tener “visibilidad” y conformar una colección de arte de primer orden.

En cualquier caso, ha asegurado que lo que rige su actuación en este proceso selectivo es la que ha sido la máxima de su vida, una idea de Francis Picabia: “Más vale no hacer nada que hacer cualquier cosa”.

Y prueba del rango artístico que ha alcanzado la colección, ha señalado, es la cantidad de artistas que se ofrecen -a la Maestranza o a él mismo- para pintar uno de estos carteles; y a la pregunta de cómo supera él esas presiones, ha respondido: “Seguro que me odia mucha gente, pero a mí eso me divierte”.

También ha contestado con humor a la cuestión de que, llegados a este punto, lo más vanguardista sea convocar para una próxima feria a un artista que haga un cartel meramente tradicional: “A lo mejor ya estamos pensando en ello,… un cartel de un realismo acérrimo”. EFE