El ucraniano,Roman Zaiachkiuskyi discapacitado visual tocando el Himno de Andalucía con su guitarra en San Telmo (Sevilla). EFE/Juan Chicano

El himno de Andalucía en la guitarra de un refugiado ucraniano

Eva Ruiz I Sevilla, (EFE).- Roman Zaiachkiuskyi tiene 21 años, una discapacidad visual grave y mucho amor por la guitarra. Así era en su Lutsk natal y así sigue siendo diez meses después de huir de la guerra en Ucrania y llegar a España, donde acaba de aprender a interpretar el himno de Andalucía, su tierra de acogida.

“Le he dedicado cinco días”, explica ante los micrófonos de los periodistas después de su aplaudida versión en el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta, durante la presentación a los medios del cupón que la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) dedica a Andalucía con motivo del 28F, día de la comunidad.

Un poco abrumado ante las cámaras, Roman muestra su agradecimiento a los andaluces por su acogida en el español que ha aprendido a hablar durante este tiempo con su abuela María, que lleva más de 20 años en España y con la que vive en Málaga desde su llegada.

A pesar de ello, nunca antes había practicado este idioma. “Yo nunca había pensado que viviría en España y ha sido una sorpresa muy buena, porque es todo muy interesante y la gente es muy abierta”, confiesa.

Dos meses como vendedor de la ONCE

El joven llegó con sus padres, ambos ciegos, y su hermana pequeña, con los que cruzó la frontera de Polonia para dar con un empresario de Jerez de la Frontera que había cruzado Europa en su coche con otro amigo voluntario para traer a Andalucía a alguna familia de refugiados.

El ucraniano, Roman Zaiachkiuskyi (2d) discapacitado visual que tocará el Himno de Andalucía con su guitarra en San Telmo, junto la consejero de la Presidencia, Antonio Sanz(2i) y a los representantes de la ONCE, Cristóbal Martínez(i) y Isabel Viruet durante la presentación del cupón de la ONCE dedicado al día de Andalucía. EFE/Juan Chicano

Al principio, y tras un emotivo reencuentro con la abuela, todos se alojaron en un hotel, pero enseguida los padres decidieron que su sitio estaba en su país y regresaron a Ucrania con su hija pequeña. Roman se quedó y a través de la Comisión Nacional de Ayuda al Refugiado entró en contacto con la ONCE.

“Estoy muy agradecido por su ayuda, antes no sabía que existían y para mí es increíble porque hay trabajo, hay integración y muchas personas que quieren ayudar”, cuenta dos meses después de haberse convertido en vendedor de la organización y antes de interpretar el himno de Andalucía.

Desde su llegada ha recibido los servicios de rehabilitación y de tiflotecnología de la misma y ha continuado con su formación de guitarra con el profesor Sergio Molido, premio de la Bienal Flamenca de la ONCE, que desde el principio vio en Roman unas facultades excepcionales y le introdujo en el mundo de las soleás y las bulerías, totalmente nuevo para él.

Abrirse camino en el mundo clásico

El joven empezó a estudiar guitarra con 11 años. Después de hacer el Bachillerato especializado en este instrumento, en el último curso había accedido a un ciclo superior en el Conservatorio e incluso había comenzado a dar clases a niños y contaba ya con 14 alumnos.

Su intención era continuar los estudios superiores para abrirse camino en el mundo clásico.

Una de sus principales penas tras dejar atrás su ciudad, sus amigos y sus clases fue marcharse además sin su guitarra, porque no cabía en el coche. Fue su abuela quien, con el dinero ahorrado durante meses, pudo finalmente comprarle una guitarra nueva que le permitiera seguir con la que es su pasión.

Ahora su objetivo es “crecer como guitarrista”. “En España el nivel de guitarra es muy grande”, asegura, por lo que ahora se está preparando para obtener una plaza en el Conservatorio Superior de Málaga el próximo mes de mayo.

Hasta entonces continúa, a través de internet, con sus estudios de música clásica en la Academia Nacional de Música de la ciudad ucraniana de Livl. EFE