Imagen de archivo donde se aprecia a un niño con máscara en una aula de clase en una escuela pública. EFE/Thais Llorca

El abordaje “completo” de la obesidad infantil: prevenir antes del embarazo

Eva Ruiz Verde I Sevilla, (EFE).- La obesidad infantil es un problema con “múltiples aristas” y que necesita un abordaje “completo” que comienza incluso antes del embarazo, “desde que se hace el planteamiento de tener un hijo”, algo de lo que “es muy importante hacer conscientes a las familias”.

Así lo asegura a EFE Francisco Javier Aguilar, pediatra y director del Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía (PIOBIN), un compendio de actuaciones que se está revisando desde la Consejería de Salud y Consumo para aprobar su actualización durante este año, ya que el texto actual es de 2012.

Para ello, y con la participación de más de 40 expertos, se han marcado tres líneas de trabajo que pasan por la información y comunicación a la población, la prevención y la promoción de hábitos de vida saludable y la asistencia sanitaria y sistemas de información.

Todo en una comunidad que, según los últimos datos del Estudio Aladino 2019, realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) entre escolares de 6 a 9 años, cuenta con un índice de obesidad de una media del 20,4 % (18,9 % en niñas y 21,9 % en niños) frente al 17,3 % del conjunto del país (15 % en niñas y 19,4 % en niños), lo que lleva a tener que atajar este problema cuanto antes. “En la edad adulta ya vamos tarde”, sostiene.

Proyecto pionero en el polígono sur

“Muchas de las actuaciones están dirigidas ya a controlar el peso incluso antes de que se logre la gestación, y durante el embarazo por supuesto”, asegura Aguilar, que añade que el índice de masa corporal de la madre gestante antes de quedarse embarazada es un factor muy importante de riesgo de obesidad.

Los trabajos para renovar el plan integral se desarrollan a la vez que arranca en Andalucía un proyecto europeo que se pondrá en marcha en el Polígono Sur de Sevilla bajo el nombre “Health4EUKids”, una acción conjunta cofinanciada por la Comisión Europea dirigida a prevenir la obesidad infantil, en la que participan otras seis comunidades autónomas.

Aunque todavía está por definir la metodología y cómo se llevará a cabo, Aguilar detalla que se trata de promover buenas prácticas de vida saludable en una zona desfavorecida en la que se cuenta con “la gran herramienta” de la figura del Comisionado, “una estructura ya creada clave para acercarse a esa realidad” y hacerlo desde distintos ámbitos.

Y es que, según el director del PIOBIN, “no hay una única clave” para abordar la obesidad infantil, que cuenta con “múltiples aristas”.

“Desde la facilidad que tengan las familias para acceder a parques y a zonas para hacer deporte, las clases extraescolares, la alimentación, la actividad física, el sueño, el bienestar emocional…. Es un problema muy complejo”, asegura el experto, que añade que desde Salud se trabaja en coordinador con otras consejerías, como Educación o Agricultura, precisamente por este motivo.

Estigmatización a la “orden del día”

Como pediatra apunta que en la consulta se ha detectado, desde la pandemia de la covid-19, un aumento de la prevalencia en el exceso de peso, una tendencia que se arrastra “desde hace años”, y avisa de las repercusiones a largo plazo, ya que prácticamente la mitad de los niños que lo sufren lo mantiene en la vida adulta “con las complicaciones que conlleva: desde diabetes a riesgo cardiovascular pasando por determinados tipos de cáncer”.

Advierte también que las familias “siempre tienden a subestimar la existencia de sobrepreso u obesidad en sus hijos”, lo que complica que puedan hacerle frente y conlleva “mucho trabajo de los profesionales sanitarios para aprender a acercarse a esas familias con la sensibilidad suficiente” para hacérselo ver.

Aguilar detalla que esa actuación tiene “una doble vertiente: que los padres no lo quieran reconocer por desconocimiento o por quitarle importancia o que lo hagan porque la estigmatización está a la orden del día”.

Cada caso en consulta, asegura, es diferente, y varía mucho en función de la edad del niño. “Si tiene 3 años la modificación de los hábitos de vida está en manos de los padres, si tiene 11 los mensajes en la consulta pueden ir dirigidos a ellos, porque tomarán gran parte de las decisiones”, precisa.

“Hay muchas pequeñas claves que hacen que ninguna consulta sea igual, desde su relación con sus padres a cómo hablen ellos mismos de ese exceso de peso”, insiste el pediatra, que apuesta en cualquier caso por “ser conscientes desde pequeños de lo importante que son los hábitos de vida”. EFE