Una pieza de ibérico durante la Feria del Jamón de Villanueva de Córdoba, una de las más importantes del sector, durante la edición de 2021. EFE/Salas/ARCHIVO

El 70% de alemanes y franceses desconoce el ibérico frente a un mayor conocimiento del serrano

Madrid (EFE).- Cerca del 70 % de los alemanes y franceses asegura que desconoce el jamón ibérico frente a una mayoría (más del 74 %) que sí sabe lo que es el serrano. Así lo dice un estudio realizado para la Interprofesional del cerdo ibérico (Asici) por la plataforma Ipsos Digital.

El jamón italiano de Parma también es conocido por dichos mercados. Más del 75 % de los encuestados asegura conocerlo. Los resultados de este estudio han sido expuestos en Madrid por el director de Opinión Pública de Ipsos, José Pablo Ferrándiz.

El jamón francés de Bayona es reconocido por la gran mayoría de los franceses (91 %) pero en Alemania apenas es relevante (13 % ).

El estudio, con una encuesta a 1.000 participantes, ha preguntado a consumidores españoles. Todos ellos aseguran conocer el ibérico. Un 91 % conoce el serrano, el 16 %, el de Parma y un 11 %, el de Bayona.

Diferenciación del producto

El principal factor en el que se basan los alemanes para diferenciar el ibérico del resto de tipologías de jamón es el sabor (68 %). Es igual que en España (78 %), mientras que en Francia es el origen (57 %).

En cuanto al conocimiento sobre los precintos de colores que designan los distintos tipos de ibérico, la encuesta demuestra que el 62 % de los españoles no lo conoce. El 59 % de los alemanes y el 46 % de los franceses que diferencian el ibérico no los identifican.

Por categorías del ibérico (100 % ibérico de bellota, ibérico de bellota, cebo ibérico y cebo de campo), en España la mayoría de los que aseguran saber que hay categorías reconocen al menos la existencia de los tres primeros. En menor medida, la última.

ibérico serrano
Un profesional corta un jamón en la XIX edición de la Feria del Jamón Ibérico de Bellota en Villanueva de Córdoba, en el corazón del Valle de los Pedroches, durante la convocatoria de 2019. EFE/Salas

De los franceses y alemanes que son conscientes de la existencia de categorías en el ibérico, la más reconocida es la de ibérico de bellota. Es seguida por el 100 % ibérico de bellota.

El informe detecta que hay una minoría de alemanes (18,2) y franceses (12,5 %) que conocen una de las denominaciones de origen del ibérico. Estas son Jabugo, Guijuelo, Dehesa de Extremadura y Los Pedroches.

En España, el 86 % de sus habitantes reconoce la DOP Jabugo; el 77 %, Guijuelo; un 53 %, Dehesa de Extremadura; y el 31 %, Los Pedroches.

Hábitos de compra

En cuanto a hábitos de compra, más del 80 % de los alemanes y franceses consultados suele comprar algún tipo de jamón curado. El 54 % de los franceses admite que se ha decantado por el ibérico en el último año. Esta cifra que sube al 62 % en los alemanes y al 85 % en España.

El precio es para españoles y franceses la “gran barrera” a la hora de comprar ibérico. En Alemania es la falta de disponibilidad en las tiendas habituales.

Si hay una apreciación que pone de acuerdo a españoles, franceses y alemanes es en que el motivo principal para comer ibérico es puro placer. Lo compran en su mayoría loncheado. Lo hacen ara consumir en casa. Cada vez valoran más la sostenibilidad y el bienestar animal en la obtención del producto, de acuerdo al informe.

La valoración de Asici

Desde la Interprofesional, su presidente, Raúl García, ha reconocido que el escaso conocimiento del ibérico frente al serrano en Alemania y Francia es un “reto sobre el que trabajar”.

A su juicio, se debe a causas como la confusión popular entre ibérico y serrano. Incluso se da en España, y a la “barrera del precio” que hace que el serrano sea más accesible.

García ha defendido la labor de internacionalización que está desarrollando el sector -“esencial en el plan estratégico” de Asici, de ahí la necesidad de testar el conocimiento que hay sobre el producto en países de interés para el sector, como Francia y Alemania.
Y ha considerado positivo que se vincule el ibérico con una compra “emocional y de disfrute” y que el consumidor valore cada vez más los aspectos relacionados con la sostenibilidad y el bienestar animal, porque la crianza del cerdo ibérico en la dehesa tiene “en su base” esos principios.