Un ejemplar macho de tortuga gigante de las Galápagos, una especie extinta en su hábitat y que puede alcanzar los cuatrocientos kilos y casi dos metros de longitud, ha llegado al zoológico Bioparc de Fuengirola (Málaga). EFE/BIOPARC

Una tortuga gigante de las Galápagos, extinta en su hábitat, llega al zoo de Fuengirola

Málaga (EFE).- Un ejemplar macho de tortuga gigante de las Galápagos ha llegado al zoológico Bioparc de Fuengirola (Málaga). Se trata de una especie extinta en su hábitat y que puede alcanzar los cuatrocientos kilos y casi dos metros de longitud. El centro participa desde 2013 en un programa para su conservación.

Actualmente, sobreviven quince subespecies de esta tortuga. Entre ellas la Chelonoidis niger, a la que pertenece el macho que ha recibido este recinto. Ahí convivirá con dos jóvenes hembras, ha informado Bioparc en un comunicado.

Hermes, como se llama este joven macho de tortuga gigante, tiene 20 años. De momento, su peso supera los 150 kilos. Desde su llegada, el equipo ha trabajado para que su adaptación sea exitosa. Para ello, se respeta su dieta y tiempos respecto al acercamiento con las hembras, con las que han observado cópulas.

“Aún seguimos en proceso de adaptación y observando cada uno de los comportamientos con las hembras. El primer día estuvo separado. Después ha ido bien y, como todos los machos de tortuga, siempre intenta copular”. Así lo ha explicado Milagros Robledo, responsable de Herpetología.

Evolución favorable

Ahora, tras observar que todo evoluciona favorablemente, el equipo ha comenzado a realizar entrenamientos con este nuevo macho. Se trata de ejercicios que permiten que los exámenes médicos sean fáciles y sencillos. Ello sin que el animal sufra ningún tipo de estrés.

A través de ejercicios semanales, se crea un vínculo de confianza con sus cuidadores que permite la realización con éxito de estos posibles controles veterinarios.

Todas las subespecies de tortugas gigantes se encuentran amenazadas, pero algunas de ellas como la Chelonoidis niger, ya se encuentra extinta en libertad.

Por este motivo, resulta esencial la labor de centros de conservación como Bioparc Fuengirola con la misión de reproducirlas para garantizar una posible reintroducción en su medio natural.

Hasta la llegada de este macho, este parque de Fuengirola albergaba a dos ejemplares, ambas hembras y de 26 años, una edad con las que se les considera todavía muy jóvenes.

Su esperanza de vida supera con creces los 100 años, y existen algunos ejemplares conocidos que han rebasado esta edad.

Son vegetarianas al cien por cien y de muy fácil manejo y entrenamiento, algo que sus cuidadores trabajan día a día para garantizar su bienestar y permite al equipo veterinario realizar los chequeos necesarios como, por ejemplo, análisis de sangre o ecografías.