Granada, (EFE).- La muestra de bodegones que el Centro Cultural CajaGranada estrenó en octubre luce desde este miércoles completa al exponer ‘Naturaleza muerta con guitarra’, la obra de Pablo Picasso asegurada por 600.000 euros que se denunció como robada y que, después de ser localizada, puede verse en Granada.
La pieza, que se creyó robada aunque solo la guardaba una vecina que confundió el cuadro embalado con paquetería, se ha convertido en un revulsivo de la exposición a la que debió viajar en octubre.
Fuentes de CajaGranada Fundación, que organiza la muestra, han explicado a EFE que el centro cultural ha recibido esta jornada un incremento de visitantes, especialmente grupos organizados que han centrado su atención en el Picasso ante el bullicio de medios de comunicación.
El cuadro, recientemente recuperado, se ha sumado al resto de trabajos que forman parte de la muestra ‘Bodegón. La eternidad de lo inerte’, aunque la historia de su no robo y el hecho ser la única novedad de la exposición han convertido a este Picasso en el verdadero protagonista.

El arte del bodegón
«Cuando nos hemos enterado de que estaba el cuadro de Picasso que había desaparecido, hemos pasado a la sala. Parece increíble cómo puede desaparecer un cuadro de tanto valor», ha explicado a EFE Mercedes, pensionista que ha visitado en un grupo organizado el centro cultural este miércoles.
La pieza se ha incorporado desde hoy a la exposición temporal que se estrenó el pasado 9 de octubre en instalaciones de CajaGranada, entidad que denunció la desaparición de la pieza, asegurada por 600.000 euros, cuando al desembalar el resto de obras vio que no estaba.
La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación hasta que el Picasso apareció en el mismo bloque del propietario de la obra, ya que se confundió por un paquete ordinario y lo guardó una trabajadora.
La exposición invita a redescubrir uno de los géneros más antiguos y simbólicos de la historia del arte, el del bodegón, a través de más de medio centenar de piezas.
Abierta hasta el 11 de enero, la muestra ofrece un viaje por dos de los momentos clave en la historia de la naturaleza muerta, el siglo XVII y el siglo XX, mostrando cómo los objetos inanimados han servido durante siglos como espejo de las preocupaciones humanas, la espiritualidad y la belleza cotidiana.
Las obras expuestas permiten pasar del Barroco flamenco a los bodegones cubistas de Juan Gris, María Blanchard o Pablo Picasso, de las visiones metafísicas de Magritte a las reinterpretaciones contemporáneas de Antonio López y Fernando Botero. EFE