La viuda de Carlos Saura, Eulalia Ramón, durante el acto de entrega de una escultura del busto de Carlos Saura a la ciudad de Huesca, lugar donde nació. EFE/ Javier Blasco

Una escultura recuerda a Carlos Saura en Huesca a pocos metros de donde nació

Huesca (EFE).- Una escultura del cineasta Carlos Saura, con su cámara fotográfica colgada del cuello, se exhibe en el centro de Huesca, a pocos metros de la casa donde nació antes de irse con su familia a Barcelona y a la que regresó tras la Guerra Civil con sus tías.

La actriz Eulalia Ramón, viuda de Saura (Huesca 1932-Collado Villalba, Madrid 2023), ha seguido con emoción el descubrimiento de esta obra de Julio Luzán, que muestra un busto en escorzo del cineasta.

Saura, muy oscense

Saura no sólo se sentía “muy oscense”, sino que siempre que podía viajaba a su ciudad y a sus sitios particularmente queridos, el Parque Miguel Servet y la escultura de Las Pajaritas, ha destacado Ramón. Y ahora, desde su pedestal, dispone “del mejor ángulo para hacer fotos”.

Su viuda ha explicado que Saura guardaba varios recuerdos de su ciudad, “poco de cuando nació, pero más de cuando regresó desde Barcelona para vivir con sus tías”.

Y recordaba “con mucho cariño que a él y a su hermano Antonio (escultor) les encantaba ir al parque de la ciudad y a la escultura de Las Pajaritas”.

Saura “presumía mucho de oscense, porque llevaba Huesca muy dentro a pesar de que no vivió muchos años aquí”, ha recordado.

El presidente de Aragón, Javier Lambán (c), junto a la viuda de Carlos Saura, Eulalia Ramón (i), durante el acto de entrega de una escultura del busto de Carlos Saura a la ciudad de Huesca. EFE/ Javier Blasco

Gran contribución al cine, enorme dimensión humana

Aunque para Ramón la obra de Saura y su contribución al cine es “muy grande”, su dimensión humana era “mucho mayor”.

“Nosotros, su familia, -ha destacado- notamos más el reconocimiento de su obra, que es grande e inmensa, pero recordamos sobre todo su dimensión humana, su manera de ser, tan llana y tan cercana, pero también tan socarrón, tan irónico, tan tozudo y tan aragonés”.

El presidente de Aragón, Javier Lambán (3i), junto a la viuda de Carlos Saura, Eulalia Ramón (d), el alcalde de Huesca Luis Felipe Serrate (2i) y el escultor Julio Luzán (i) durante el acto de entrega de una escultura del busto de Carlos Saura a la ciudad de Huesca. EFE/ Javier Blasco

Una escultura para el recuerdo

En el acto de descubrimiento de la escultura han participado el presidente del gobierno aragonés, Javier Lambán, y el alcalde, Luis Felipe, que han elogiado la figura de Saura y su contribución a la cinematografía mundial.

La escultura fue promovida por el Gobierno aragonés y ha sido ubicada en un lugar especialmente elegido por el alcalde, para quien desde su pedestal, la imagen de Carlos Saura “contemplará lo que más le gustaba de su ciudad, su gente y sus ruidos y algarabías”.

En el acto se ha leído un texto de Gracián, particularmente querido por el cineasta y elegido especialmente para esta ocasión por su familia y que ha dado paso a la interpretación al violín del tema de una de sus últimas producciones cinematográficas, “Goya 3 de mayo”.