Zaragoza (EFE).- El Banco de Alimentos de Zaragoza celebra este viernes y sábado, 24 y 25 de noviembre, la tradicional campaña La Gran Recogida, en la que anima a la ciudadanía a donar dinero que luego canjea por productos en función de sus necesidades a lo largo del año, un sistema que ahorra costes y es más operativo.
No obstante, en los hipermercados Carrefour y Alcampo se mantendrá el sistema mixto de donación económica y de alimentos, mientras que en el resto de los supermercados y tiendas de Zaragoza capital y provincia que participan, hasta 260, la aportación voluntaria será monetaria.
Así lo ha explicado el presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, José Ignacio Alfaro, durante la presentación de la campaña junto a los músicos Carlos Marco, Fermín Polo y Alejandro Dumall, integrantes del grupo de música a capella B vocal que pone la imagen a esta Gran Recogida.
El lema, “Alimenta una vida mejor”
Bajo el lema “Alimenta una mejor vida”, el objetivo de esta edición es recaudar 500.000 euros en dinero, que servirían para comprar, “como mucho, -ha reconocido Alfaro, la misma cantidad de alimentos que en 2022”, cuando se alcanzaron en torno a 348.000 euros, debido a la subida de los precios. Para ello contarán con la colaboración de unos 3.000 voluntarios.
La recaudación económica permite a la organización poder realizar el canje por los productos que necesita hasta el 30 de septiembre, en función del saldo que tengan en cada tienda, lo que evita que caduquen los alimentos, que los comercios se queden sin suministros de determinados productos, trabajar de manera escalonada en función de las necesidades de cada momento y poder incorporar, por ejemplo, segundos platos y proteína para mejorar la dieta de las personas.
Con ello, ha explicado Alfaro, se evitan costes de transporte o de locales para el almacenamiento.
Este año la entidad, que atiende a 23.000 personas de las 62.000 en riesgo de extrema pobreza que hay en la provincia de Zaragoza, ha repartido unos 4 millones de kilos de alimentos, en torno a 120 kilogramos por persona frente a los 147 de 2022, un 14,7 % menos, según el presidente del Banco de Alimentos, porque se han reducido donaciones por parte de las empresas, que también aquilatan la producción para evitar desperdicio.
El reto de repartir mil kilos de langostinos
Pone como ejemplo el esfuerzo que supone repartir en pocos días palés de yogures o de leche que les donan las empresas cuando están a punto de caducar o los 1.000 kilogramos de langostinos que caducaban y que repartieron recientemente desde última hora de la mañana de un viernes hasta el domingo siguiente.
Desde B Vocal el cantante Carlos Marco ha mostrado su satisfacción por que la empresa haya contado con ellos para conocer la labor que hacen “desde dentro” y la importancia de “concienciar a la gente que no es simplemente coger el alimento sino sobre las dificultades que implica la distribución y la mejor manera de que lleguen los alimentos”.
Por su parte, Fermín Polo ha dicho que le gustaría que “hubiera una sociedad en la que este trabajo no fuera necesario” y ha admitido que “da mucho que pensar” saber el número de personas que hay en riesgo de exclusión, “el 4-5 % de la población”, personas que, ha subrayado “tienen cara” y que “tienen que comer todos los días”.
Por eso ha coincidido con su compañero en la necesidad de reflexionar como grupo pero también como ciudadanos “qué hacemos con nuestra comida, cuánta se tira…; ahora no miramos ese tipo de cosas”, ha lamentado.
