GRAFCAN4347. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 19/07/2023.-El empresario Miguel Ángel Ramírez (i) sostiene que Seguridad Integral Canaria (SIC) sería hoy "una de las primeras compañías del país" en su sector de no haber sido por el procedimiento por presunto fraude a Hacienda y a la Seguridad Social por el que está siendo juzgado en la Audiencia de Las Palmas y en el que defiende que no ha cometido delito alguno. En su declaración ante el tribunal, en la octava sesión del juicio, Ramírez ha asegurado este miércoles que en Seguridad Integral se pagaban dietas por desplazamiento y kilometraje por la naturaleza del servicio que prestaban sus vigilantes y que también se abonaban horas extraordinarias, porque, de hecho, cuando en alguna ocasión no se hizo, los trabajadores las reclamaron y las ingresaron. En la imagen, declaración del exadministrador de SIC y también imputado en la causa, Héctor De Armas (d). EFE/ Elvira Urquijo A.

Héctor de Armas: Pagar las horas extras como dietas estaba en el ADN de SIC y de las demás empresas de Ramírez

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El administrador único de Seguridad Integral Canaria desde agosto de 2012, Héctor de Armas, ha asegurado este miércoles ante la Audiencia de Las Palmas que pagar las horas extras como dietas formaba parte del “ADN” de la empresa y del resto de compañías del empresario Miguel Ángel Ramírez.

En la octava sesión del juicio que se sigue contra De Armas y Ramírez como presuntos autores de delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, el que fuera administrador único de SIC desde 2012 aunque empezó a trabajar para la empresa en 2009, ha mostrado su arrepentimiento por no haber puesto en conocimiento de la Fiscalía “cuando tomó conocimiento” de esa práctica, que en un principio le pareció normal en el sector de la vigilancia privada.

Ha explicado que el proceder de la empresa tenía apariencia de buen derecho porque se llegaba a acuerdos de reconocimiento de deuda con el subdirector de la Seguridad Social en Madrid por las dietas que pagaba SIC a sus trabajadores, y que fue a raíz de la Inspección de Hacienda que se llevó a cabo en 2012 cuando “tomó conciencia” y “su alarma saltó”, si bien Ramírez, quien ha declarado con anterioridad ante el tribunal, ha negado ese extremo y ha dicho que las horas extras se pagaban aparte.

Las dietas que se pagaban a los trabajadores correspondían a las horas extras “sin ningún tipo de ambage”, como así lo dije en instrucción y “era conocido por todos” en Seguridad Integral, ha recalcado De Armas, quien ha dicho que con su testimonio no pretende perjudicar a nadie pero tampoco quiere que se le perjudique con una maniobra que Ramírez “diseñó: Yo me quito de en medio y aquí está el tonto”.

De Armas, que ha contestado a todas las preguntas formuladas por la Fiscalía de Delitos Económicos y las otras tres acusaciones, así como a las planteadas por las defensas, salvo la de Ramírez, ha explicado que asumió la responsabilidad de administrador único en SIC cuando su dueño fue condenado por un delito medioambiental y la Ley de Contratos del Estado le impedía concurrir en los concursos públicos.

Sobre la estructura de SIC, ha detallado que estaba controlada por la familia de Ramírez; su padre era el director de la compañía, un primo era el jefe de operaciones y otro se encargaba de elaborar las nóminas y ponía los “ok” a operaciones que tenían el visto bueno del también presidente de la UD Las Palmas, incluso cuando ya no ejercía como administrador único.

Ha explicado que los trabajadores percibían dos pagos mensuales, el de su nómina y otro, que eran las dietas y que incluían no solo las horas extras, que eran necesarias para prestar los servicios contratados, sino también las “gratificaciones” que abonaba a quienes entendía Ramírez que lo merecían y a las “personas de su guardia Suiza”.

Entre las que personas que percibían esas gratificaciones incluidas como dietas figuraba su padre, “que, si alguna vez viajó, fue a Tenerife” y cuando quiso acabar con ese sistema de pagos y normalizar la situación la “guardia de corps se reveló” y “Ramírez tumbó la orden”.

En cuanto a la información requerida por Hacienda tras la inspección practicada y referida a los años 2008 y 2009, se trató de “buscar la fórmula de dar sentido a lo que el inspector” y había que “fabricar documentos que justificaran” los más de 8 millones de dietas pagados por la empresa en cada uno de esos años, ha señalado de De Armas, quien ha indicado que en ese entonces se encontraba de baja médica porque había sufrido un infarto, el primero, pues después tuvo otros dos.

Ramírez era quien “dirigía y daba las órdenes directa y expresamente”, aunque él era el administrador único, ha subrayado De Armas, que ha indicado que también disponía de clave para acceder al sistema que se contrató con la empresa Freematica para informatizar las nóminas, la contabilidad y los cuadrantes, a partir de 2012, cuando trató de poner “orden” en la empresa y mejorar su gestión, pese a que contó con un “boicot permanente para mecanizar los cuadrantes”.

“Pese a lo dicho por Ramírez en su declaración” este miércoles, “él despachaba con todo el mundo” y era el que “hacía y ejecutaba” en Seguridad Integral, ha recalcado De Armas, quien ha añadido que le “duele humanamente que sin arrugar un músculo de la cara haya mentido (Ramírez) esta mañana”, cuando además lo llegó a decir en el programa que la Sexta Televisión le dedicó por ser “el rey de la seguridad privada”.

Según Héctor de Armas, fue el propio Ramírez quien acordó con el comité de empresa, al margen de los sindicatos, tanto el acuerdo de descuelgue del convenio sectorial como el segundo convenio propio que aprobó, y aunque en su declaración haya dicho que fue una “idea brillante”, fue él el que lo decidió y ya lo estaba preparando antes de que saliera publicado el reglamento de la Reforma Laboral del Gobierno de Rajoy.

Sobre la presentación del concurso de acreedores de SIC, pese a que Ramírez ha asegurado al tribunal que fue decisión de De Armas, éste ha indicado que, al contrario, partió del dueño de Seguridad Integral, pues él sostenía que aún se podía salvar la empresa.

En cuanto a las cláusulas que firmó cuando compró en 2018 la empresa, en las que asumía que había tomado todas las decisiones y dirigido la compañía durante su etapa como administrador único, ha afirmado que fue “traicionado” por su abogado, Sergio Armario, quien redactó el contrato de compraventa y en quien confiaba.

Por ello ha presentado una queja en el Colegio de Abogados, ha comentado De Armas, que en defensa de su “honorabilidad” ha aclarado que es falso que se llevara dinero de las cámaras acorazadas del Banco de España como, y que las denuncias presentadas por Ramírez están archivadas. Ha admitido que Solo cogió 70.000 euros para pagar a los trabajadores cuando estaban pasando momentos de “miseria”.

El juicio continuará este jueves con los informes y conclusiones de las defensas y las acusaciones. EFE