El director general de la Fundación CajaCanarias, Óliver González (2d), acompañado del periodista Juan Cruz (2i), del director de teatro, Juan José Afonso (d), y del actor Juan Díaz (i), presentó el homenaje a uno de los principales intelectuales de las letras canarias, Domingo Pérez Minik. EFE/Miguel Barreto

Juan Cruz: Don Domingo Pérez Minik era un hombre fuera de lo común, generoso, irrepetible

Santa Cruz de Tenerife, (EFE).- El escritor, actor y director teatral Domingo Pérez Minik era, en palabras del periodista y escritor Juan Cruz, un hombre fuera de lo común, una persona generosa, irrepetible e internacionalista, así como una conversador muy comprometido con la palabra y el gesto.

Calificativos que Juan Cruz ha expresado este jueves durante la presentación del homenaje que la Fundación CajaCanarias ha organizado para hoy y el viernes con motivo del 120 aniversario de Domingo Pérez Minik, quien el 24 de mayo de 1903 nació en la capital tinerfeña, ciudad en la que falleció en 1989.

El homenaje es a uno de los principales intelectuales e impulsor de las letras canarias, y durante dos días se abordará su vida e influencia en la esfera cultural del archipiélago.

Para el homenaje de quien recibió el nombre de Domingo Juan Pérez Hernández, al que unió el seudónimo de Minik, habrá diálogos literarios, un concierto de la pianista y compositora Esther Ropón, y se estrenará la pieza teatral “Los brindis de Pérez Minik”, obra inédita producida por Iraya Producciones y la Fundación CajaCanarias, con libreto de Los Bazo.

El homenaje ha sido presentado por el director general de la Fundación CajaCanarias, Óliver González, y durante el acto Juan Cruz ha señalado que obra de teatro es lo que más hubiera emocionado a Don Domingo Pérez Minik, pues consideraba que el teatro es la manera más excelsa de conversación.

Juan Cruz ha subrayado que Pérez Minik era un conversador muy comprometido con la palabra y el gesto, “y eso es muy del teatro”, y ha hecho hincapié en que era un gran hombre, una persona fuera de la común, de una generosidad que podía ser también una manera de ser isleña en un tiempo.

El periodista y escritor ha recordado que pasaron cosas en España y en Canarias, y Domingo Pérez Minik y otras personas fueron tratadas con una “falta de generosidad que contrastaba con lo que en un tiempo fue una tierra que acogía bien a los que venían de fuera”.

Como ejemplo puso que el almirante Horacio Nelson, que llegó a la isla para apropiársela en nombre de su Majestad británica, recibió un homenaje y los tinerfeños, además de enviarle víveres al barco para que no pereciera con el tiempo, pusieron su nombre a una calle de Santa Cruz de Tenerife.

Juan Cruz ha insistido en que Domingo Pérez Minik era un hombre que hizo a todos mejores, un ser de inmejorable trato, y un isleño internacionalista, ya que creía que todos somos mejores con otros, y que como límite de sus paseos tenía la orilla del mar, pero su mente siempre iba más lejos.

Ha explicado que Domingo Pérez Mínik y Rosita vivían en una casa chiquita, en la que lo más grande era su voz y en la que recibía a todo el mundo.

También era un ser emocional, una persona irrepetible, con lo que Juan Cruz quiere decir que nunca ha visto alguien que estuviera a la altura del amor que Domingo Pérez Minik tenía por su tierra, por la cultura que pudiera hacerla mejor.

Juan Cruz tenía unos 16 años cuando conoció a Don Domingo Pérez Ninik un día que éste compraba los periódicos franceses en la librería La Prensa de la calle Castillo, y cuando el joven dijo su nombre el dramaturgo respondió que lo conocía perfectamente, y eso, ha afirmado el periodista, “no lo dice alguien que no es generoso”.

Siente pena por leer y hablar de Domingo Pérez Minik en pasado, y “no porque no esté presente, sino porque a veces se producen ramalazos de olvido que duran mucho tiempo”.

El olvido que, en palabras de Juan Cruz es algo que le quita serenidad y alegría a las naciones, a los pueblos, a los lugares, incluso a las entidades y a las personas, y que hoy tiene “un alivio” con el hecho de que una entidad a la que Pérez Minik ayudó a ser raíz de debate y arte, “ahora lo rescata, y lo celebro muchísimo, como un regalo”.

Juan Cruz ha indicado asimismo que la ciudad en la que nació Domingo Pérez Minik tardó mucho en agradecerle lo que hizo, de forma que hasta la calle que tenía que haber llevado su nombre recibió el de Olvido.

Juan José Afonso, director de la obra, ha señalado que el trabajo está hecho con un cariño enorme hacia una persona que conoció con 20 años, cuando le dijeron que tenía que viajar a Sitges con Domingo Pérez, de quien nada sabía, y que le marcó tras pasar con él 9 días.

Unos días durante los cuales observó que le recibía la actriz Nuria Espert, que se encontraba con el poeta Joan Brossa, y preguntaba por él el director de Els Joglars Albert Boadella.

El actor Juan Díaz ha relatado que sin saber quien era Domingo Pérez Minik le encantó el guión de la obra, pero cuando descubrió quien era se enamoró de lo que hizo, y que era escritor, actor, director, dramaturgo, ensayista, urbanista.

Juan Díaz ha opinado que hay una deuda con Pérez Minik, y por ello ha señalado que ojalá la obra sirva para que sea conocido fuera de las islas, donde lo conoce mucha gente, pero otra mucha no sabe quien es. EFE

rdg/spf

(foto)