Santa Cruz De Tenerife, 19 dic (EFE).- La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para las Navidades y primeros días de enero de 2026 apunta a temperaturas 1 o 2 grados por debajo de lo normal y probables precipitaciones de carácter débil en todas las islas, pese a que los modelos anticipan que el invierno será cálido.
El subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Javier Plata, y el director del Centro Meteorológico de la Aemet en Santa Cruz de Tenerife, Víctor Quintero, han expuesto este viernes en rueda de prensa los datos del balance climático del otoño de 2025 y la predicción estacional para el invierno en el Archipiélago.
En cuanto a la predicción para las próximas semanas, Víctor Quintero ha señalado que los modelos indican que hará algo de más frío de lo habitual en Canarias en estas fechas, con precipitaciones también por encima de los valores normales.
Pero sin embargo, ha precisado el meteorólogo, el avance estacional, esto es el período diciembre-enero-febrero, augura «con todas las cautelas» que hay una mayor probabilidad, en concreto del 70 por ciento, de que el invierno a punto de comenzar sea más cálido de lo normal, frente a un 20 por ciento de que sea «normal» y un 10 por ciento de que resulte frío.
En cuanto a las precipitaciones, por ahora los modelos arrojan igual de probabilidad (una equiprobabilidad) de que el invierno sea normal, más húmedo o más seco de lo habitual.
Todo ello tras un trimestre otoñal que en Canarias ha sido muy cálido y al límite de lo normal en cuanto a precipitaciones, con una temperatura media de 20,6 grados centígrados y gran parte del período con valores por encima de lo habitual en ambas provincias.
En concreto, la temperatura media en Las Palmas en otoño ha sido de 21,9 grados centígrados y de 19,2 en la de Santa Cruz de Tenerife.
El otoño más cálido de los vividos en Canarias desde que hay registros sigue siendo el de 2023, pero el de este año ha registrado temperaturas altas en septiembre, con una media de 22,7 grados, lo que lo convierte en el más cálido desde 1961.
En noviembre la temperatura media fue de 18,6 grados, con temperaturas algo más elevadas en la provincia oriental, pero en general el comportamiento ha sido muy homogéneo en el archipiélago, ha detallado Víctor Quintero.
Y es precisamente el mes pasado el que otorga al trimestre el calificativo de «normal» en cuanto a las precipitaciones con la llegada de la borrasca «Claudia» y el paso de una dana al noroeste de Canarias.
En dicho mes se registró una precipitación media de 59,1 litros por metro cuadrado y resultó «muy húmedo», con un 120 por ciento del porcentaje de precipitaciones.
Asimismo el meteorólogo se ha referido al paso de la borrasca «Emilia» el pasado fin de semana por las islas, que ha conferido al diciembre temperaturas con valores inferiores a los normales, con el máximo registrado el día 14 con más de 150 litros por metro cuadrado acumulados en 24 horas en la estación de la Aemet en San Mateo (Gran Canaria).
No obstante, ha precisado que el efecto más importante ligado a «Emilia» fueron las rachas de viento registradas en las estaciones de la Aemet, cuyos datos ocupan un listado «de dos páginas» y un máximo de 159 kilómetros por hora en Izaña (Tenerife).
Además se contabilizaron más de 3.500 rayos el 13 de diciembre en Tenerife y Gran Canaria, fundamentalmente.
En cuanto al año hidrológico que se extiende de octubre de 2024 a septiembre de 2025 ha sido seco, con valores por debajo de lo normal en todo el período.
Para el año hidrológico recién comenzado el impacto de la borrasca «Emilia» ha supuesto que en muchas zonas se hayan alcanzado valores normales de precipitación y superiores a lo habitual en cuanto a la nieve acumulada en Izaña (82 litros por metro cuadrado) y el Roque de los Muchachos en La Palma (26,6 litros por metro cuadrado).
Respecto a la temperatura de la superficie del mar en otoño, ha registrado valores por encima de lo normal prácticamente en todo el período, con una media de 23,5 grados centígrados.
Además se han contabilizado 668 rayos en superficie, sobre todo por el paso de la anterior borrasca «Claudia».
La velocidad media máxima del viento fue importante precisamente durante el paso de «Claudia» y también por dos episodios de alisios al principio del otoño, ha indicado Víctor Quintero, quien también ha señalado que en la estación a punto de finalizar no ha habido alta concentración de polvo en suspensión pero sí dos episodios de concentración media.
De hecho, la calima registrada en el otoño de este año ha sido ligeramente inferior a la media del período 2012-2023, ha precisado el meteorólogo. EFE
