Javier G. Paradelo
San Felices (EFE).- José Antonio González Linares, uno de los mejores ciclistas de la década de los 70 y el alcalde más votado de España en porcentaje, deja la política tras 24 años gobernando San Felices de Buelna, con el deseo de ser recordado como “un enamorado” de su pueblo, por el que hizo todo lo que pudo.
Lleva seis legislaturas ostentando el bastón de mando por el PRC, con varias mayorías absolutas (en 2011 llegó a obtener el 85,24 % de los votos de los vecinos y consiguió los 11 ediles de la Corporación de San Felices de Buelna), pero considera que es el momento de ceder el testigo.
En una entrevista con EFE, González Linares (San Felices de Buelna, 1946), Toño como todo el mundo le conoce en su pueblo, asegura que su vida “siempre fue el deporte” desde que comenzó con 15 años a dar pedales, y tras 12 como profesional pasó otros tantos de director deportivo y 22 de comentarista radiofónico y columnista deportivo. Después, alcalde.
Considera que su mandato “ha sido muy positivo” para San Felices, y le satisface constatar el avance en servicios y calidad de vida experimentado por su municipio pero ello ha supuesto que haya tenido “abandonada” a la familia, que es lo que más le duele”. Por eso, con 77 años ha tomado la decisión de dar un paso al lado.
“Creo que me he ganado el descanso porque los años no perdonan”, asegura mientras agradece a los vecinos el “apoyo incondicional” recibido estas seis legislaturas. “Eso es lo que me ha dado vida para seguir”, reconoce.
Dedicado al 200%
Asegura que el ciclismo le ha dado muchas más satisfacciones que la política, aunque se considera “no un político y sí una persona dedicada el 200 %” a su pueblo.
Por ello, reivindica la figura del alcalde que en los municipios pequeños están “trabajando muy duro para los vecinos, por amor al arte y sin cobrar nada”.
Nunca cogió vacaciones, ni cuando era ciclista ni cuando ha sido alcalde, porque su “vida ha sido siempre trabajar y trabajar”, aunque insiste en que ha disfrutado “muchísimo”, en especial del ciclismo.
Toño González Linares reconoce que tuvo mucha suerte porque desde bien pronto comenzó a ganar carreras, hasta convertirse en uno de mejores ciclistas españoles de los años setenta, y único corredor en ganar cuatro Vueltas al País Vasco, una gesta que ostentó muchos años hasta que también lo logró Alberto Contador.
Once Vueltas a España
Considerado un todoterreno y destacado esprínter que aguantaba en la montaña gracias a su enorme potencia, Toño González Linares disputó once Vueltas Ciclistas a España, tres Giros de Italia y dos Tours de Francia, y en sus 12 años como profesional de la bicicleta se labró un lugar destacado entre la élite mundial.
Recuerda que su éxito más destacado fue batir en contrarreloj a Eddy Merckx en 1970 en el Tour de Francia, seguido por su participación en la contrarreloj por equipos de los Juegos Olímpicos de México (1968) y proclamarse campeón de España de fondo en carretera en 1970. Una trayectoria que ha servido para que sus vecinos pusiesen su nombre al polideportivo municipal de San Felices y que el vecino municipio de Los Corrales de Buelna le dedicase un velódromo.

Apasionado del ciclismo rememora el de su época “en el que te dabas cada día un palizón de miedo”, donde en el equipo Kas se codeaba con “fueras de serie” como Luis Ocaña o Pulidor y los corredores, incluso, tenían que coger agua en las fuentes del camino, lavar su maillot o llevar su “bocadillito de lomo” para después de la carrera.
A su juicio, su gran rival Eddy Merckx fue “el mejor ciclista de todos los tiempos”, Bahamontes “un superclase y el mejor escalador de la historia”, Induráin “un campeón y una gran persona”, y Contador y Perico Delgado dos “fenómenos”.
Y de ciclismo actual le encanta la nueva generación de corredores como Tadej Pogacar, Mathieu Van der Poel o Wout Van Aert, que atacan a 40 kilómetros de la meta “y destrozan la carrera”, como se hacía en su época, en vez del ciclismo de la última década más de bloqueo y de tácticas.