EFE/Pedro Puente Hoyos

Valdecilla agradece a Cantabria su cariño y fuerza durante la pandemia

Santander (EFE).- El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha devuelto a la sociedad de Cantabria sus abrazos y aplausos durante los meses más duros de la pandemia con un acto en el que ha presentado su himno, “un canto a sus profesionales”.

Durante más de dos horas, en el Palacio de Festivales de Cantabria, los trabajadores del Hospital de Valdecilla han agradecido a empresas, entidades y colectivos su ayuda volcándose con los sanitarios y los pacientes de covid.

En esta velada se han alternado los testimonios de una representación de los profesionales del Hospital con actuaciones musicales a cargo de un centenar de coralistas de diferentes agrupaciones de Cantabria, como el Coro de Solvay o el Coro de Valdecilla, y la Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta, dirigida por Vicent Pelechano.

El gerente del Hospital de Valdecilla, Rafael Tejido, que ha sido el encargado de abrir el capítulo de agradecimientos, ha reiterado que, con este acto, el centro sanitario busca “dar las gracias y un abrazo personal” a quienes les ayudaron a luchar contra la covid.

Instituciones, empresas, entidades, asociaciones, profesionales sanitarios -algunos jubilados- y miles de personas se volcaron para ayudar en esos momentos de “incertidumbre y miedo”, ha recordado Tejido.

El gerente ha afirmado que aquello fue “más un tsunami que una ola”, en una de las varias alusiones marítimas que ha hecho.

“En este galeón de Vital Alsar que es Valdecilla, vamos todos”, ha subrayado, antes de considerar al Servicio Cántabro de Salud “una flota muy potente”.

Pese a las dificultades, que, según ha dicho, “casi hunden el barco”, el cariño y la ayuda en forma de material, comida y casi de todo que proporcionó Cantabria hicieron que Valdecilla “volara”.

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Hablan los profesionales de Valdecilla

Quince profesionales de Valdecilla que estuvieron en primera línea contra la covid han compartido momentos tan duros como las despedidas a través de una tableta electrónica entre los pacientes y sus familias.

“El virus era una incógnita”, ha recordado el jefe de Prevención de Riesgos Laborales, Marco Gandarillas, quien recuerda que “había muchas preguntas, pero no respuestas”.

Que los profesionales se sintieran seguros fue el trabajo de Víctor Navarro, encargado de custodiar y repartir los equipos de protección, para que, por ejemplo, no faltara de nada a sus compañeros de urgencias, cuyo coordinador, Gonzalo Pérez, recuerda que en su área el trabajo fue “muy duro”” por la incesante llegada de pacientes, la presión y los cambios constantes en la organización.”.

“Hemos pasado mucho miedo, pero nos hemos sentido tan apoyados que estamos muy agradecidos”, ha afirmado Pérez, al igual que la enfermera supervisora de Urgencias, Silvia Alonso, quien ha hecho énfasis “en la cita de las ocho con los aplausos”, momento en el que se “daban cuenta de que no estaban solos” y “una recompensa emocional impagable”.

Los cambios en el trabajo de laboratorio de la mano de la estación robótica “open source” es lo que más han destacado las técnicos de microbiología, puesto que permitió pasar de unas 800 pruebas al día -al principio muchísimas menos- a más de 3.000.

Al lado de los enfermos más delicados estuvieron los profesionales de las unidades de cuidados intensivos, que han reivindicado cómo la covid ha puesto de manifiesto la necesidad de humanizar la asistencia.

La pandemia tampoco paró frenó las donaciones, las cirugías o los tratamientos de las personas con cáncer en Valdecilla. “No les dejamos atrás”, ha destacado el jefe del servicio de Oncología, Fernando Rivera.

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Un agradecimiento en forma de música

Durante el acto también se ha estrenado oficialmente el “Himno del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla”, donado recientemente por su compositor, Luis Ángel Martínez, la letrista, Begoña Alonso, y la promotora de la creación, Maite Gutiérrez.

“Insignia baluarte de nuestra ciudad, emblema y orgullo te quiero cantar”, “trabajo, esfuerzo y gran ilusión, de aquellos que entregan su vida a los otros y arrancan aplausos desde el corazón” o “la mano tendida siempre con amor, a aquellos que buscan consuelo al dolor” son sólo algunos versos de este himno, “un canto a los profesionales” según sus autores.

El himno ha sido interpretado por la Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta, junto a la Solvay Ensemble y el coro del Hospital Valdecilla, al finalizar el acto, pero éste ha contado con muchas más piezas.

En primer lugar, ha actuado la Solvay Ensemble, que ha interpretado las piezas “Ecce Novum” y “The Rose”, de Ola Gjeilo, con acompañamiento al piano de Maite Alcalde y el Cuarteto de la Orquesta Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta y bajo la dirección de Juan José del Valle.

Después ha subido a las tablas del Palacio de Festivales el Coro HUMV, que ha cantado “The Holy City”, de Stephen Adams, y “Noche de Paz”, de Franz Grüber, con Maite Alcalde al piano, Sara Castrillo como solista, Beatriz Gutiérrez al violín y la dirección de Maite Gutiérrez.

Además, la Orquesta Sinfónica Juvenil UIMP Ataúlfo Argenta ha interpretado dos suites de “Carmen”, de George Bizet, bajo la batuta de Pelechano.

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